Ashicaga Flowers Park |
¿ PORQUE NO SE PODAN LAS GLICINAS EN SEVILLA?
Causa extrañeza que una técnica jardinera tan tradicional
como es la poda de las glicinas en Sevilla no se realice, presentando todas
ellas un abandono que les impide florecer normalmente a la llegada de la primavera
con todo su esplendor.
Las del Paseo Marques del Contadero, la nueva pérgola de
Cristina, la pérgola del muelle Nueva York, la de la Glorieta Luca de Tena la de,
los jardines de Catalina de Ribera., son algunas de las glicinas abandonadas a
su mejor suerte.
Nombre científico: Wisteria floribunda. Familia: Fabáceas.
Originaria del Japón
Nombre común: Glicina japonesa
Las variedades multiplicadas por injerto florecen al segundo
año, las de acodo 2 a 4 años y las de semilla tardan hasta 10 años en florecer.
Las semillas y las vainas son muy venenosas, si se ingieren. Precisan un
abonado orgánico anual en otoño-invierno. Requiere dosis baja de fertilizante
químico en primavera antes de la floración. Florece sobre ramos crecidos el año
anterior.
LA PODA DE LAS GLICINAS.
¿Porque las podamos ?
Para que florezcan bien y sus ramas no se entrecrucen
demasiado, debemos controlar su desarrollo; la poda se considera fundamental
para conseguir un equilibrado crecimiento y un control de su agresividad
vegetativa.
Conociendo las necesidades de las plantas para que ésta nos
de abundantes y grandes floraciones, es necesario podarlas al menos una vez al
año en invierno y dos o tres veces en verano para eliminar los sarmientos.
En invierno se debe practicar una poda total, una poda de
limpieza obligatoria eliminando ramas secas, chupones y ramas entrecruzadas.
Nos encontramos dos tipos de formaciones en las ramas
principales. Las brindillas o ramos cortos que llevan una yema floral que darán
lugar a una inflorescencia y sarmientos, ramas largas que solo equivalen a
vegetación y sólo las yemas de la base de las ramas dan flores.
La poda de invierno consiste en dejar estas ramas a unos 20 o
30 cm. de la base, mientras que las brindillas con yemas florales se respetan todas. Podar a dos yemas los
brotes laterales.
En verano hay que cortar las ramas largas dejándolas a unos
40 cm. de longitud y según el crecimiento de la glicina debemos repetir la
operación dos o tres veces durante su periodo de crecimiento anual.
Si queremos dirigir las ramas para que nos cubran una mayor
superficie, orientaremos la rama principal hacia su destino y eliminaremos todos
los brotes laterales, recortando durante el verano todas las ramas nuevas que
hayan nacido de las ramas laterales.
El descuido de estas podas, convierte la glicina en una masa
de ramas enredadas y secas que dan muy pocas flores en primavera.
Las podas de rejuvenecimiento nos obligaran a cortar todas
las ramas envejecidas y dejar paso a las nuevas ramificaciones, para que renueven
la vegetación y las floraciones.
Esperemos que este año alguien se acuerde de realizar éstas
podas que benefician las floraciones primaverales de nuestra ciudad y ayudan al
mantenimiento de las trepadoras en su mejor aspecto.
Dentro de un mes y medio estarán ya florecidas.
Sevilla 2 de febrero de 2017
No hay comentarios:
Publicar un comentario