Todos los articulos de este blog corresponden a:
José Elías Bonells. -Ex adjunto a la Jefatura al Servicio de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Sevilla

lunes, 5 de septiembre de 2016

Como investigar en los árboles


HISTORIAS EN VERDE.

LOS ARBOLES EN LA CIUDAD

8ª REFLEXION



Los árboles forman parte integral de nuestras vidas y el medio ambiente que nos rodea, es

natural que tengamos interés en identificarlos. No es demasiado difícil y no es necesario ser un adiestrado botánico para ello. Es necesario sin embargo tener algunos conocimientos en botánica, que no son particularmente difíciles de adquirir si lo convertimos en una pura y simple labor de observación y aprendizaje de unos cuantos términos botánicos.

LOS TERMINOS BOTANICOS


Muchos de los términos botánicos que se utilizan para describir plantas pueden ser reemplazados con palabras que son de uso general. Por ejemplo, para un árbol que se le desprende la corteza podemos indicar que la corteza es exfoliante. Es necesario conocer este término cuando buscamos en un libro de botánica, pero de otra manera, puedes afortunadamente averiguarlo sin este detalle. Del mismo modo, poca gente denomina estróbilos cuando significan conos, sin embargo, puede existir confusión si describe el fruto del Humulus como un cono.         



LAS FORMAS DE LAS HOJAS

Los términos técnicos que son útiles son los que se usan para describir las formas de las hojas. Los botánicos utilizan un gran número de ellos, pero en la práctica pueden ser reducidos a una docena. Si la hoja es alargada y estrecha puede ser o linear o fusiforme, sin embargo, el término linear es el más conveniente para describirla. Las hojas tienen básicamente algunas variaciones con respecto a su forma oval, y cualquiera de los términos oval u ovada pueden ser considerados. Si la forma oval es algunas veces alargada, se utiliza el término oblonga.

Generalmente, las hojas son algo más anchas en la base, donde las hojas se juntan con el peciolo. Si ocurre lo contrario y la hoja es más ancha en la parte de arriba que en la base, el factor es indicado con el prefijo ob-. Así, de este modo, una hoja en forma de huevo es normalmente ovada, pero si es más ancha por arriba (en el ápice) será obovada.

Esta forma oval básica es dividida por los botánicos en un número de variantes, como lanceolada, elíptica, romboidea (forma de diamante), pero todas estas variantes son básicamente de la forma oval. Algunas hojas tienen forma de corazón y se denominan cordadas si quieres presumir como profesional. Otras tienen forma parecida a una cuchara y se denominan espatuladas.



 Sin embargo, no todas las hojas son simples. Las hojas de la falsa acacia o acacia blanca (Robinia pseudoacacia) poseen un peciolo central con una hoja al final y otras numerosas hojas ensartadas a lo largo del mismo. Una hoja como ésta se denomina pinnada, y para describirla es necesario indicar la forma de las pequeñas hojas insertadas (los foliolos), que son anchamente ovales en el caso de la Robinia pseudoacacia, pero lineales en el caso de la mimosa. Ocasionalmente, cuando se espera encontrar pequeñas hojas en una hoja pinnada, existen peciolos secundarios que llevan los foliolos. Estas hojas se denominan bipinnadas. Sin embargo, no todas las hojas compuestas entran en esta categoría. El fresno (Fraxinus spp.) posee una hoja pinnada, pero en el falso castaño (Aesculus hippocastanum) consiste en un número de hojitas de diferentes tamaños que radian desde el ápice del tallo. Este tipo de hoja se denomina palmada o digitada. Si sólo hay tres hojitas, parecido a un trébol, toda la hoja se denomina trifoliada. Existe una cultura, algunas veces utilizada, si cada hoja posee su propio tallo, como en algunas plantas, éstas son denominadas trifoliadas. Si existen tres grupos de hojas trifoliadas se denominan biternadas, que confunde, hasta que uno piensa que sólo hay dos juegos de hojas trifoliadas. Lo que los botánicos calculan es que cada una de las tres hojas de la hoja original trifoliada produce una segunda hoja trifoliada, con lo que nos encontramos con nueve foliolos. Ternada es un nombre alternativo de trifoliada.

Tanto para hojas simples como para hojas compuestas hay un número de hojas que parecen flotar entre las dos, siendo enteras, pero teniendo sus márgenes más o menos disecadas.
Muchos árboles tienen hojas lobuladas. En éstas, el margen es bastante poco profundo, sin dientes, como los robles, los espinos majoletos o los arces. Otras hojas pueden parecer a primera vista ser pinnadas, pero a menudo no están separadas dentro de las hojitas y se les denomina pinnatífidas o pinnatisectas. Muchas hojas de los cardos borriqueros son de esta categoría, pero no son comunes entre los árboles, con excepción de algunos arces y serbales.

Como complemento a estas formas básicas de hojas, hay también pequeños detalles que también deben ser tenidos en cuenta. El margen de las hojas puede ser entero o como en el ficus o pueden parecer el filo de una sierra. En este caso el margen es dentado o aserrado, el último término es usado en definiciones especializadas. Si las divisiones de los márgenes son redondeadas más que puntiagudas, el término que se utiliza es crenadas.

Las hojas toman nombre también por las puntas de las hojas (ápice). Si son puntiagudas hacia un punto gradual son acuminadas, si tienen una pequeña punta alargada son aristadas y si la pequeña punta parece no ir a ninguna parte son mucronadas.

Estos términos botánicos son frecuentemente considerados más bien aburridos, pero son indispensables cuando tenemos que describir la forma de una hoja a alguien.  


LAS INFLORESCENCIAS



Afortunadamente, otras partes de la planta son más simples de describir que la forma de las hojas. Si la inflorescencia es compuesta de un número de flores, como en la lila, la forma de la inflorescencia tiene varios nombres. Una espiga con flores que proviene de un lado del pedúnculo es un racimo. Si dentro de las flores el lado del tallo está ramificado, el resultado es el término panícula. Algunas veces estas ramas son de variadas longitudes, con el resultado de que las flores se abren en un sombrero plano, las inflorescencias más bajas son más largas. Es un tipo de inflorescencia conocido como cima, en la cual hay un número de inflorescencias, cada una con una flor simple al final, pero las ramas están dispuestas más bien de forma fortuita.



Hay un número de términos para la forma de las flores. Si son planas y abren, se denominan patuladas, una rosa es un ejemplo de estas flores. Si están de forma de campana son campanuladas, pero si la base de la campana es alargada, entonces el término es en forma de embudo. Si la flor tiene forma de copa, el término es copular y si parecen una pequeña urna como el madroño, son urceoladas. Si la flor es circular con los pétalos radiales como los radios de una rueda, se utiliza el término rodada, mientras las que tienen forma de flor de guisante papillonadas; el pétalo superior es conocido como el estandarte y los dos pétalos que cercan la vaina inmadura son conocidos como quilla.



Otras son flores parecidas a margaritas, que están verdaderamente compuestas de numerosas flores pequeñas que tienen un pétalo visible y un disco de florecitas, con ausencia de pétalos. Sin embargo, las margaritas dobles están compuestas totalmente de pétalos radiales que son perfectamente fértiles. Una disposición similar nos la encontramos en plantas como las hortensias y en la bola de nieve, que las partes visibles no son pétalos separados en todos los casos. En el caso de la bola de nieve (Viburnum opulus), hay hojas coloreadas cuyas estructuras se conocen como brácteas. El mismo fenómeno nos lo encontramos en el Cornus florida y la Davidia involucrata (árbol de los pañuelos) o las Bouganvilleas o la Flor de Pascua (Euphorbia pulcherrima) como más conocidas.

La posición de las flores o inflorescencias es importante a la hora de establecer la identidad del árbol. Algunos árboles florecen al final de sus ramificaciones, otros en las axilas de las hojas. En el primer caso, las flores son terminales, mientras que en el segundo son axilares. Muchas de la familia de las rosáceas tienen sus flores al final de unas pequeñas ramitas (conocidas como barrones) que salen de las grandes ramas. En una mirada superficial parece que salgan de las axilas, pero son terminales.

LOS FRUTOS

Otra característica que es muy útil para la identificación de los árboles son los frutos.

Los botánicos se refieren a cualquier contenedor de semillas como el fruto y no lo restriñen sólo a los frutos carnosos que encontramos en las fruterías. Los frutos pueden ser divididos en secos, algunas veces duros, que contienen semillas y los que la semilla está rodeada de una pulpa carnosa. Algunos de estos frutos adquieren varios nombres: Los frutos de las leguminosas, como la falsa acacia (Robinia pseudoacacia), son conocidos como vainas y están compuestos por dos alargadas secciones con las semillas en compartimentos separados. Cuando maduran las vainas se abren, algunas veces explosivamente, y envía las semillas al aire. Hay semillas con alas, capaces de volar con la menor brisa de aire, como las de los fresnos y los arces o los tilos, son conocidas técnicamente como sámaras.



Si la semilla está dentro de una cáscara dura es normalmente denominada nuez. Si la celda de la semilla no tiene una forma definida se la denomina cápsula. Los frutos carnosos también toman varios nombres. Una sola semilla rodeada de pulpa es una drupa, cerezas y ciruelas son típicas drupas. Si las drupas son pequeñas y recogidas en masa son llamadas drupitas.



En algunos frutos la parte baja del tronco se hincha y envuelve el ovario, formando una especie de corazón. Las peras y las manzanas son los ejemplos más conocidos de esta clase de frutos, conocidos técnicamente como pomas. Si un número de semillas son más o menos distribuidas sin orden en la pulpa, el fruto con precisión se denomina baya, como nombre corriente no botánico. Las grosellas son verdaderamente bayas. Todos los frutos sirven para identificar un árbol de cierto modo, sin embargo, es raro denominar un árbol sólo por su fruto.

LAS CORTEZAS

La corteza es también una gran ayuda para identificar árboles. Puede ser lisa o fisurada, con cáscara o que tenga grandes masas de corteza desprendiéndose o desarrollada en varias formas. A veces la corteza es una buena indicación para el nombre del árbol. Un árbol delgado con la piel de la corteza blanca y algunas marcas negras es probablemente un abedul. La dificultad entonces es identificar la especie. Si crece espontánea en Europa, sólo existen dos especies de abedules y sólo uno tiene la corteza blanca.

     


                                                       Sevilla julio 2016

1 comentario:

  1. Que bonita iniciativa para los neófitos en el tema, el saber no ocupa lugar, decía mi maestro!! un saludo

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