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José Elías Bonells. -Ex adjunto a la Jefatura al Servicio de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Sevilla

jueves, 1 de septiembre de 2016

De como han evolucionado



HISTORIAS EN VERDE. - LOS ARBOLES DE LA CIUDAD
REFLEXION


Para averiguar la evolución de los árboles sólo poseemos los antecedentes fósiles para guiarnos, aunque no nos ofrecen demasiada exactitud. En primer lugar, no es cierto que cualquier planta pueda conservarse como fósil. En segundo lugar, después que son las partes duras de los animales y las plantas las que se conservan, es más frecuente que estén presentes elementos maderables, que las partes frágiles de las ramas y las hojas.
 Existe una excepción de todos modos. Los granos de polen parecen ser indestructibles y se encuentran frecuentemente donde se encuentran los grandes fósiles. Sin embargo, a la hora de identificarlos, los granos de polen pueden corresponder a cualquier planta existente en la zona, aunque muchos corresponden a las primeras plantas de cualquier rastro de fósil puede que sean completamente diferentes a las de hoy en día, por lo que el polen no se considera realmente identificable.

En áreas pantanosas las plantas se conservan mejor que en áreas secas, es por ello que hemos adquirido más conocimientos de las plantas que se han desarrollado en zonas húmedas. A pesar de todo, la ocasión de encontrar árboles fosilizados es bastante remota, hay muchos organismos de los que no existe rastro.

Es también probable que cuando algo está fosilizado sea bastante extendido y por tanto conocido.

De acuerdo con las investigaciones realizadas, las primeras coníferas aparecieron hace 225 millones de años, pero pueden haber evolucionado considerablemente con anterioridad.

Las primeras plantas con comportamiento de tejidos parecidos a las plantas modernas aparecieron hace 400 millones de años. Muchas de las plantas primitivas, como los musgos, pueden haber evolucionado antes. En esta época, la tierra estaba desprovista de animales vivientes, sin embargo, había una gran cantidad de formas de vida en los mares. Las plantas, entonces, podían colonizar cualquier hábitat sin ningún temor de competición. Consecuentemente, eran muy grandes y mucha parte de la tierra estaba cubierta de bosques. No eran bosques de árboles, sino de musgos y grandes Cola de caballo (Equisetum). Muchos musgos modernos son plantas pequeñas igual que la Cola de caballo, sin embargo, la Cola de caballo gigante (Equisetum giganteum) puede alcanzar una altura de 10 m. Hay helechos que también, incluyendo uno que no se ha extinguido pero que aparentemente produce semillas, que puede haber sido el antepasado de las cicas o el principio de las coníferas, que no aparecieron claramente hasta los 250 millones de años. En este tiempo los primeros anfibios estaban apareciendo.

Entre 345 y 280 millones de años antes, el clima sin embargo era seco. Las familias de plantas dominantes eran incapaces de adaptarse y perecían, sin embargo, sus restos fosilizados están todavía presentes en depósitos de carbón o petróleo.

Pero estos grandes bosques desaparecieron y otros árboles tomaron su lugar. Fueron las coníferas y las cicas. Al mismo tiempo, los reptiles e insectos fueron apareciendo y poco después aparecieron los grandes mamíferos. Esta fue la época de los dinosaurios, muchos de ellos evolucionados como pájaros, al mismo tiempo que apareció el ginkgo, 180 millones de años antes.

Las primeras plantas con flores aparecieron 140 millones de años antes, cuando el clima llegó a ser tan frío que los dinosaurios eran incapaces de subsistir. El polen del nelumbo (Nenúfar) aparece entonces, pero muchos rastros de plantas de flor datan de 136 millones de años antes. Incrementándose su variedad en los siguientes 70 millones de años.

Aparte de las magnolias y los nenúfares, pocas de estas primeras plantas de flor tienen mucha conexión con las que vemos hoy en día y es sólo recientemente, desde hace 54 millones de años, cuando plantas similares a las de hoy en día aparecieron. Parecen haber sido en su mayor parte árboles que formaban bosques en las partes más calientes del globo. En este tiempo, muchas de las plantas que ahora vemos necesitadas de condiciones tropicales podían ser encontradas en algunas zonas del planeta. En este periodo, muchas montañas emergieron, como el Himalaya y los Alpes, mientras su actual posición en el continente aparece reciente, como siete millones de años antes. Cerca de un millón y medio de años antes, los polos fueron formados y el clima cambió radicalmente.

El número de árboles disminuyó y su lugar fue ocupado en muchas regiones por plantas herbáceas. Por otra parte, la extensión de los animales herbívoros significó que los bosques no fueran reestablecidos en semejante grado. La vegetación y la distribución de los animales salvajes fueron afectadas por una serie de años glaciares que causaron grandes cambios en la vegetación.

Los bosques aparecen reproducidos a gran escala cerca de 8.000 años después, presumiblemente como resultado de una temporal disminución del número de los animales herbívoros, lo que permitía a los árboles reestablecerse por sí solos. El lapso de tiempo fue tan enorme que es imposible darse cuenta de lo que sucedió (90 millones de años separaron las primeras coníferas de las primeras plantas de flor).

Extraordinariamente, algunas plantas han sobrevivido sin cambios aparentes por millones de años. Nadie en los tiempos modernos ha visto el Ginkgo vivir como planta salvaje. A pesar de todo ha sobrevivido en China durante largo tiempo, como consecuencia de haber sido plantados alrededor de los templos como se hace todavía en nuestros días, habiendo existido desde 190 millones de años como alimento de los dinosaurios. Otra planta, algunas veces empleada por sus tintes otoñales, el Cercidiphyllum, ha sobrevivido con pocos cambios desde hace 40 millones de años.

Muchas de las plantas modernas parecen datar del Mioceno, hace 26 ó 27 millones de años, mientras 54 millones de años antes el Ártico estaba cubierto con bosques de Metasequoia glyptostroboides. Este árbol, sin embargo, fue extinguido hasta que un pequeño grupo de estos árboles fue descubierto en China en 1.941. Se propagó rápidamente por esquejes y ahora crece en muchos jardines de todo el planeta. En un jardín de Escocia es utilizada para setos. El Pinus aristata puede decirse que ha desaparecido como autóctono, pero sin embargo, las plantas pueden vivir 5.000 años y cultivadas por su valor ornamental, pueden sobrevivir durante muchos más años todavía.

Los granos de polen son casi indestructibles, pero hay un gran número de plantas que no producen polen. Su identificación es una invención relativamente moderna. Las primeras plantas en la tierra aparecieron hace 400 millones de años, mientras el polen llegó 200 millones de años después. Cuando decidimos qué plantas de flor son primitivas u originales, es necesario observar sus partes florales. Muchos árboles dependen del viento para polinizarse, algunos llevan flores masculinas y femeninas en una sola planta. Estas plantas pueden ser consideradas como primitivas. Del mismo modo, las plantas que llevan flores de un sólo sexo en el árbol son consideradas primitivas de origen. En estas circunstancias es imposible que un árbol aislado se reproduzca.



Las flores en las que sus partes reproductoras no están claramente diferenciadas son también consideradas como primitivas o rudimentarias, como podemos comprobar en los restos de dos plantas primitivas, la magnolia y el nenúfar. En sus flores, aunque el estilo y el estigma son claramente definidos, los estambres pueden envolverse dentro de sus rudimentarios pétalos, mientras los sépalos y pétalos no están claramente diferenciados. Esto no es una indicación firme, las orquídeas son consideradas bastante recientes y todavía es difícil diferenciar los sépalos de los pétalos. Sin embargo, otra característica de muchas plantas primitivas es que las partes florales son numerosas. Las orquídeas sólo poseen seis hojas florales, dos grupos de polinia y una superficie estigmática, mientras que en la magnolia, por ejemplo, existen numerosas hojas florales, estambres y estigmas.

En las plantas más primitivas el estigma no está claramente definido. En la amapola, por ejemplo, es simplemente una arruga en el carpelo inmaduro. Las flores tempranas están caracterizadas por pétalos siempre separados; a veces juntos se fusionan, como en el Convolvulus, que es considerada más reciente. Las flores sin pétalos son generalmente signo de reciente evolución, particularmente cuando éstas están agrupadas y rodeadas por brácteas parecidas a pétalos o sépalos, que dan la impresión de una gran flor.

Muchas plantas de la familia de las margaritas poseen un anillo exterior radial de floretes, generalmente masculinos, y un capítulo de flores en disco insignificantes, que son hermafroditas.

Una margarita no es una flor, pero un considerable número de las que se unen parece una sola flor. Las hortensias (Hydrangea hortensia) y plantas parecidas al (Viburnum opulus) (Bola de nieve) nos muestran tendencias similares.

Las plantas herbáceas aparecieron después de los árboles, durante los cambios climáticos, a veces excesivamente secos o con bajas temperaturas causadas por la disminución de árboles. Cuando los glaciares se retiraron al final del periodo glacial, aparecieron las plantas anuales, tomando ventaja a las descubiertas recientemente, transformando la tierra. Muchas plantas herbáceas llegan a su madurez y florecen antes que los árboles, por lo que evolucionaron más rápidamente como generaciones adicionales con capacidad de cambio. Anuales y bienales se reproducen así mismo rápidamente. En periodos de cambios climáticos, son las plantas que se han adaptado mejor a la supervivencia.
  

                                                   Sevilla julio 2016

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