Todos los articulos de este blog corresponden a:
José Elías Bonells. -Ex adjunto a la Jefatura al Servicio de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Sevilla

jueves, 15 de septiembre de 2016

LAS PALMERAS

LOS ÁRBOLES  DE LA CIUDAD
13  Reflexión

Las palmeras, aunque se consideren como árboles, vemos que no tienen ramas ni tejidos leñosos. Tienen un solo punto de crecimiento, la yema apical o terminal situada en el penacho, mientras este punto de referencia permanece intacto, la palmera sigue desarrollándose y, si por alguna razón se daña o desaparece, la palmera morirá.

El sistema circulatorio es muy diferente a otros árboles, el agua y los elementos nutritivos no se desplazan por la zona más exterior, como en los árboles, sino a través de toda la parte fibrosa de su tronco por sus vasos vasculares, el corte de un tronco no nos demuestra los anillos de crecimiento característicos de los árboles, las palmeras no tienen corteza.

Desde la antigüedad han sido cultivadas, fueron el símbolo del dios de la vegetación, en sus lugares de origen se sacan bebidas, alimentos y se han utilizado para hacer muebles y techados de viviendas, de sus fibras se hacen escobas, fibras, etc...

Han sido árboles sagrados, símbolo de victoria, árboles de vida y árboles benditos, símbolo de fertilidad.

En su aspecto económico, los cocoteros, las palmeras de dátiles y las de aceite siguen siendo cultivadas por sus frutos y extracciones.

Con más de 200 géneros y 2.800 especies, forman una de las más interesantes familias de plantas ornamentales para climas tropicales y subtropicales del mundo.
Pertenecen a la familia de las Arecaceae y poseen un tronco o troncos llamados estípites, algunos géneros son multicaules con varios o muchos estípites, unos gruesos, otros finos, unos muy altos y otros muy bajos.

Las vemos ahora difundidas por los jardines de nuestras ciudades en el Sur y en todas las costas del litoral. La palmera está de moda.

Pero siempre no ha sido así.

RESEÑA HISTORIA DE SU DIFUSION EN LA CIUDAD

          
  La primera descripción histórica en nuestra ciudad la encontramos en la Sevilla almorávide, en el camino que conducía a varias huertas y jardines desde la Puerta de la Carne. El Califa Abu-Yacub Yusuf amplió la Buhaira, deseando convertirla en un lugar de recreo que rivalizara con lo que los califas de Córdoba habían hecho en Medina Zahara, donde se plantaron olivos, frutales y "miles de palmeras". Eran los años 1.171-1.181 estos jardines, como otros tantos, desaparecieron en el curso de la historia. Son éstos, junto con los de los Reales Alcázares, los jardines más antiguos que tenemos conocimiento en la ciudad, y en ellos ya se nos habla de las palmeras, más como árbol frutal que como árbol ornamental, utilizado por los árabes en las plantaciones de sus huertas y jardines.
            
 La segunda noticia histórica de la existencia de palmeras en la ciudad nos la facilita el Diccionario Histórico de las calles de Sevilla (Consejería de Obras Públicas y Transportes, Ayuntamiento de Sevilla, 1.993). Se menciona que la actual calle Jesús del Gran Poder, al menos desde 1.506, desde su comienzo hasta la actual Conde de Barajas, era denominada calle de las Palmas pues, como afirma Peraza en su Historia de Sevilla, "que de muchas que en ella había nacidas, este nombre tomó, las quales ví de cortadas al año de mil e quinientos e treinta y cinco y, hechas trozos, puestas en la calle donde los que ivan cansados se podían sentar", llamándose así hasta 1.845.
           
 En 1.900, a propuesta de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, recibió la denominación que hoy conserva por la popular imagen venerada en la cercana iglesia de San Lorenzo. En 1.931 volvió a rotularse como Palmas y, ya en 1.935, se recuperó la de Jesús del Gran Poder.
           
 Las palmeras habían existido en Sevilla, pero no habían adquirido su personalidad como árbol urbano.

La tercera, y con la que iniciamos esta reseña es una relación, mandada a realizar al Comandante de la fuerza municipal exterior por D. Leonardo García de Leaniz en 1.862. Tan sólo nueve palmeras existían en las huertas alrededor de la ciudad, expresándose en esta relación su ubicación en las huertas y los nombres de sus propietarios. Al intentar adquirirlas para la ornamentación de los paseos de la ciudad, hace referencia a la estima que tenían sus propietarios respecto a las mismas "por su antigüedad y por su escasez en este país". Existían en jardines privados o fincas en el centro de la ciudad.
 
            Al fracasar en su intento el Sr. Leonardo García Leaniz, se dirige al Sr. Alcalde proponiéndole la adquisición de palmeras al Reino de Valencia, lo mismo que han hecho otras poblaciones, según especifica, para ser utilizadas "como flores de mérito y árboles de buen afecto", para plantarlas en los cuatro ángulos de la Plaza de la Infanta Isabel (Plaza Nueva).

            Después de diversas vicisitudes y cartas el Sr. Alcalde Constitucional de Elche (Alicante) solicitando los costos de las palmeras, de su saca y preparación hasta ponerlas en el embarcadero desde Elche, en Alicante, aconseja el regidor la presencia de un hortelano para su plantación en Sevilla.

            Es de destacar que los medios de transporte eran rudimentarios, por lo que las palmeras eran de tamaño pequeño y las técnicas de trasplante muy primarias. Curiosa la diferenciación de precios entre las palmeras macho y las hembras, así como "el tiempo más a propósito o mejor dicho el único en que se hacen estas plantaciones, es el mes de octubre, pues si bien en noviembre también se hace, no dan resultado favorable". Contrario totalmente a la técnica habitual y científicamente demostrada de realizar los trasplantes a finales de primavera, principios de verano, como época más adecuada.

            La demanda del Sr. García de Leaniz se aprobó, siguiendo un periodo de información. Tras recibir unas muestras de palmeras, se desistió de adquirir las cien palmeras que, en un principio se solicitaron, por su elevado costo. 

            Posteriormente se volvió a la idea inicial de encontrarlas en zonas más cercanas y en ejemplares con posibilidades de ser trasplantados; se solicitaron a Bollullos Par del Condado, Jerez de la Frontera y, otra vez, a Elche, en el año 1.871, con la idea de colocarlas en la Plaza de la Libertad en sus cuatro esquinas (en este año, así se denominaba la Plaza Nueva).

            El 19 de enero de 1.871 se ofrece y se acepta una palmera del jardín del convento de Santa Ana, ofrecida por D. Pedro García de Leaniz, Vicepresidente de la Diputación Provincial, que se reserva en el lugar donde estaba plantada hasta poder conseguir las otras tres necesarias para colocarlas en los ángulos de la plaza, donde estaban colocados los kioscos de anuncios.

            Ya en 1.876, en la sesión celebrada el 5 de mayo, los concejales piden de nuevo, siguiendo la idea inicial, que se coloquen las cuatro palmeras en las esquinas de la plaza y, ante la imposibilidad de encontrar otras tres que acompañaran a la que habían ofrecido, se propone y decide pedirlas a Elche para que las cuatro tengan el mismo porte y sean iguales. Sin embargo, se siguen buscando soluciones con palmeras del término municipal. El 4 de enero de 1.879 se sigue hablando de trasladar unas palmeras de los jardines de las Delicias, ya acondicionados por el Asistente Sr. José de Arjona, a la ya denominada en estas fechas Plaza de San Fernando (Plaza Nueva). Hasta el 28 de febrero de 1.880 no están completadas las cuatro palmeras que deben colocarse en los ángulos de la plaza, al haber cedido D. Manuel Marañón una que existía en la casa que fue de la Moneda, en el interior de la ciudad.

            El 1 de marzo de 1.880, en sesión celebrada por el Consistorio, se informa que para que guarden una buena simetría, éstas deben plantarse en el lugar donde están emplazados los kioscos de anuncios y no en los ángulos exteriores, a causa de las servidumbres. El Sr. Talavera aconsejó colocar mayor número de palmeras.

            Al día siguiente se escribe a Elche solicitando de veinte a veinticinco ejemplares machos de doce palmos de tronco (es de notar aquí que ya se preferían algo crecidos).

            A raíz de la petición, se embarcan dieciocho palmeras en el vapor Luís Cuadra, y junto con ellas, viene el hortelano que debía plantarlas. Seis más se quedaron preparadas para otro envío. Se cita que en el trayecto desde Elche a Sevilla se estropearon algunas, volviendo a solicitarse para plantar las que se habían solicitado.

En aquel entonces en Elche, el procedimiento de conseguirlas era el de recorrer distintos huertos y encontrar dueños que quisieran venderlas.

Es en 1.880 cuando se tiene conocimiento de la primera plantación de palmeras en un espacio urbano, en este caso, en la plaza emblemática de la Libertad (1.870), conocida también como la de la Infanta Isabel (1.880), y posteriormente de San Fernando (1.881) y Plaza Nueva (desde 1.854 hasta 1.870, y desde 1.936 hasta nuestros días).
           
En una carta de fecha 3 de mayo de 1.880, se comunica a D. Jaime Brotons que las palmeras han sido colocadas a satisfacción, habiendo sido las últimas recibidas las de mayor lucimiento y llegadas en mejores condiciones.
         
A partir de estas fechas se inician nuevas expediciones, las peticiones se suceden, el 24 de marzo de 1.881, diez palmeras; el 29 de noviembre de 1.882, doce palmeras hembras son solicitadas, algunas para reponer las que se habían perdido de las primeras plantaciones.
        
El 7 de febrero de 1.884 se necesitan ocho palmeras más para la Plaza Nueva y cuatro para la calle Reyes Católicos.
            
 Al verlas plantadas en la Plaza Nueva, existe un deseo ciudadano de adoptar el nuevo árbol, hecho que genera que la Sociedad de Carreras de Caballos desee adquirir una que sobró de las traídas para reposición, para plantarla en la meta de llegada del Hipódromo de Tablada.

Nuevas reposiciones son necesarias. El 16 de diciembre de 1.886 se piden cinco palmeras macho y cinco palmeras hembra para las plazas de San Fernando y la del Triunfo.
            
 El 27 de marzo de 1.886 para su plantación en uno de los patios, el Cuartel de San Hermenegildo solicita se le faciliten cuatro palmeras, no atendiéndose dicha petición por no haberlas en los viveros municipales.
            
 El 24 de noviembre de 1.887 se hace referencia a una petición de una palmera macho y cuatro palmeras hembra para las plazas de San Francisco, plaza de Argüelles y calle Reyes Católicos.
            
 Existe un expediente en el Archivo Municipal del año 1.893 en el que hay una anotación referente a un paseo de 123 metros de longitud para el que se necesitan treinta palmeras de seis metros de altura, pero no se identifica el lugar ni he podido localizarlo.
           
 El 29 de diciembre de 1.893 se hace una nueva moción para adquirir nuevas palmeras. La palmera se introduce en la fisionomía urbana de la ciudad, esta vez, seis para el andén frente a las Casas Capitulares, dos en la entrada de la ampliación de la C/Industria, próxima a San Diego, y dos a la salida; dos a la entrada del Parque.
           
El 9 de enero de 1.894 se hace una nueva petición conformada el 12 de enero para colocar seis delante de los andenes de las Casas Capitulares (pueden ser las mismas de las que se tienen noticias el 29 de diciembre de 1.883) y otras seis en los Jardines de San Telmo.
            
El 28 de marzo de 1.901 D. Guillermo Pickman ofrece cuatro palmeras "grandes y hermosas" que tiene en los jardines de los Caños de Carmona, en la C/ Industria, número 39 (ahora, Menéndez y Pelayo).
            
Todas estas plantaciones hacen referencia a la palmera de dátiles, Phoenix dactylífera, la más cultivada en Elche por sus frutos y el aprovechamiento de las palmas, tanto para la confección de escobas como para la preparación de palmones para su bendición el Domingo de Ramos.
             
Se cita el 19 de agosto de 1.904 la recogida de frutos de las palmeras de la Plaza de San Fernando para evitar los daños que hacen en ellas los niños al lanzarles piedras, una vez maduros, para obligarles a caer y comérselos.
             
El 28 de agosto del mismo año, se acuerda plantar palmeras en el camino que va desde la venta Victoria hasta la salida hacia el Guadaira, teniendo previsto hacerlo en el mes de septiembre. "Serán distribuidas en espacio y medio de plantación entre los árboles, por haber un número limitado en los viveros". El 3 de marzo de 1.905 se da la conformidad para realizar la plantación.

En una historia más reciente, también como en el caso de los jardines, las fechas anteriores a la preparación de la Exposición Hispanoamericana primero y la Iberoamericana que se celebró en el año 1.929, supuso la urbanización de muchos sectores de la ciudad, y con ello, el nacimiento de muchos nuevos barrios: Heliópolis, Nervión, el Porvenir, etc.… donde todavía se mezclaban las urbanizaciones con las huertas que rodeaban la ciudad.
           
En 1.898, por concesión del Real Patrimonio y para ensanche del campo de Feria en el antiguo Prado de San Sebastián, se construye el Paseo de Catalina de Ribera, lugar de paseo en cuyas bandas paralelas se plantaron hileras de árboles, posteriormente en las reformas de 1.920, se plantaron las palmeras actuales: Phoenix dactylífera.
             
Ya en 1.911, por cesión del Rey Alfonso XIII a la ciudad, de parte de la Huerta del Retiro se construyeron los jardines llamados de Murillo "forman las calles cuadras y macizos rodeados de evónimos y llenos de plantas y flores, de árboles y palmeras", principalmente Phoenix canariensis que todavía hoy subsisten.
            
 Con motivo de las reformas urbanas de la Avda. Queipo de Llano, hoy Avenida de la Constitución, se construyen los jardines delanteros al Archivo de Indias, denominados de la Lonja, aprobados por el Excmo. Ayuntamiento en 1.928, donde se plantan Phoenix canariensis existentes en la actualidad. Existía en fotos de la época un alto ejemplar de Phoenix dactylífera.

Jardines de la Lonja
   
Las murallas de la Macarena, plaza de Argüelles (hoy Cristo de Burgos), plaza de Pilatos, plaza de la Magdalena, plaza del Duque de la Victoria, plaza de la Gavidia, plaza del Museo, plaza de San Juan de la Palma, plaza de San Lorenzo, etc.… son plazas que disponen en su configuración de palmáceas, plantadas todas ellas a principios de siglo (1.900-1.930) en las distintas reformas urbanas que han sido objeto, existiendo muchas de ellas plantadas todavía configurando estos espacios.
            
Las de la plaza de la Magdalena fueron cortadas en el año 1.994, desapareciendo en su totalidad., fueron sustituidas por Magnolia grandiflora.
            
En 1.962 se plantaron las palmeras existentes en la Avda. Eduardo Dato con motivo de las obras de mejora y ensanche de la calzada llevadas a cabo. Se plantan Washingtonia robusta, Trachycarpus fortunei y Phoenix dactylífera. En este mismo año se ordenan las márgenes del Paseo de Colón, con una banda de jardinería donde se plantan Phoenix dactylífera y Washingtonia filífera y Washingtonia robusta. Estas últimas frente a la Torre del Oro.

Las existentes en Plaza de Cuba procedían de la Huerta de los Negritos, donde hoy se encuentra la barriada de Felipe II. Fueron trasladadas en 1.967 con la ayuda de las grúas facilitadas por las fuerzas americanas de la Base de Morón, ya que por aquel entonces no existían grúas de gran tonelaje en Sevilla para poder realizar su trasplante. Las palmeras alcanzaban de 14 a 18 metros de altura, con un peso superior a las 4 ó 5 Tm., incluido su cepellón de tierra.
            
 En 1.970 se trasladarán las que, desde las antiguas corcheras de Armstrong, en la Avda. Miraflores (Phoenix dactylífera) se plantaron en el Parque de los Príncipes en el sector dedicado a juegos de niños, fueron cedidas por el propietario al Excmo. Ayuntamiento al construirse el solar que ocupaban. Las Washingtonia robusta existentes forman parte de las plantaciones que se realizaron en el parque que se inauguraba coincidiendo con la Feria de Abril el año 1.973.
            
 Las existentes en la C/ Andueza, frente al Parlamento de Andalucía (Hospital de las Cinco Llagas) proceden del trasplante que se verificó en el año 1.972 desde la Plaza de la Concordia, donde se iba a iniciar la construcción de un aparcamiento subterráneo. Fueron trasplantadas Washingtonia robusta, Washingtonia filífera y Phoenix dactylífera. Las palmeras eran ejemplares desarrollados de 8 a 10 metros de altura.
            
 En 1.980, como consecuencia del embellecimiento de los márgenes del río, se plantan en el Paseo Marqués del Contadero las palmáceas Phoenix dactylífera que, alineadas en la parte baja de los muelles, configuran este espacio.
            
Con anterioridad, se habían plantado las de los jardines de Isabel II (ahora Rafael Montesinos), posiblemente a principios de siglo. Washingtonia robusta y Phoenix canariensis.
             
Ya en 1.982 existían en el Parque de Amate sólo cuatro Phoenix canariensis, de gran desarrollo, de una huerta donde estuvo instalado un vivero y se plantan las Washingtonia robusta y los Phoenix dactylífera procedentes de los Viveros Municipales de la Estación de Filtraje de la Algaba, donde previamente, en 1.964, se habían plantado pequeñas para atender las plantaciones de la ciudad. De estos viveros se suministraron así mismo para su plantación en la Glorieta de los Alféreces Provisionales en los Remedios, hoy Glorieta de las Cigarreras, Washingtonia robusta y Phoenix dactylífera en el año 1.972, así como el grupo de esta misma especie que se encuentra actualmente en la C/ Entre-cárceles, junto al monumento de Cervantes.

Monumento a Cervantes
               
En 1.983, se realiza la plantación del Jardín de Miraflores, junto a la barriada de San Diego, donde entre otros árboles se plantan Washingtonia robusta en sus cabeceras.
             
En fotografías aéreas de la Sevilla del 1.920-1.930 o sea de la Sevilla del último decenio de reinado de Alfonso XIII, se pueden observar la existencia de palmeras Phoenix dactylífera en los Jardines de San Telmo, la calle San Fernando y el propio hotel Alfonso XIII en su fachada principal, posiblemente éstas últimas procedentes de los Jardines del Eslava que existían en el solar donde se construyó el hotel y así como alguna aislada en la Fábrica de Tabacos (hoy Universidad) y en los Jardines de Cristina.
            
 Las de la Plaza Nueva, con porte elevado ya decoraban la plaza en esta década.

Plaza Nueva
Los jardines del Alcázar, que en 1.850 carecían casi de arbolado, según fotos de la época, aparecen con gran cantidad de palmeras plantadas dentro de los cuadros que los configuraban.
            
 El Parque de María Luisa, con las plantaciones que realizó Jean Claude Forestier, se introdujo la plantación de palmeras, sobretodo en el eje central diseñado, jardín de los Leones (Phoenix dactylífera), Avda. D. Pelayo (Phoenix canariensis) y otras diseminadas en el conjunto arbóreo. No apreciándose plantaciones en la zona próxima a la Plaza de España, donde se encuentra hoy el Parque Infantil Blancanieves y Parque Infantil de Tráfico, plantaciones que serían realizadas en fechas posteriores al 1.930.
            
Avenida de D. Pelayo o de las  palmeras Canarias
Las que existen a la entrada de la Plaza de España, Avda. Isabel la católica (Phoenix dactylífera) serían plantadas en la construcción de la plaza, al igual que las Washingtonia robusta de la Glorieta de Covadonga.
            
La plaza de América disponía en aquel entonces de una plantación de palmeras de notable altura plantadas en su construcción, antes de la Exposición Iberoamericana.
            
La Casa Rosa (antes Quinta de Juan Cruz), construida en 1.881 por Juan Cruz "el sastre más afamado de la época", sastre de los Duques de Montpensier, aparece con esbeltas palmeras en sus jardines y, así como Villa María Luisa y la Clínica Santa Isabel, donde se aprecian ejemplares plantados de palmáceas en sus jardines.
            
La Avenida de la Reina Victoria (Paseo de la Palmera) plantada en esta década (1.920) presentaba la mayor concentración de Phoenix dactylífera, palmeras recién plantadas que darían nombre al paseo.

            
En los jardines de las Delicias de Arjona, plantadas a mediados del siglo XIX, aparecen los Phoenix dactylífera y Phoenix canariensis.
            
Un gran número de palmeras hoy desaparecidas se apreciaban en la fábrica que la familia Luca de Tena disponía en la Avda. de la Borbolla, muchas de éstas fueron trasplantadas a distintos lugares de la ciudad (hoy edificio central de la C.S.E.).
            
Otro núcleo importante de palmáceas se aprecia frente al Hospital de la Santa Caridad, en los jardines de Miguel de Mañara, existentes todavía en la actualidad, destacando en altura sobre los edificios colindantes.
             
De la época de la Exposición Iberoamericana son muchas de las que flanquean la entrada a los Pabellones que todavía existen: Pabellón Marroquí, el de Colombia y Brasil (Phoenix canariensis), el Pabellón de Cuba con un buen exponente de Washingtonia filífera ejemplares hoy, el Pabellón de Santo Domingo, etc...

Pabellón Marroqui
         
 En 1.920 fue el Marqués de Nervión propietario de muchos de los terrenos que configuran el barrio, el que, para las plantaciones a realizar en las obras de urbanización, crea un vivero de Washingtonia robusta en la Avda. Eduardo Dato, junto al Sanatorio de San Juan de Dios, en el lugar donde hoy está construido el bloque Las Palmeritas. A partir de este vivero se realizan plantaciones en las calles que se iban urbanizando. Algunas palmeras de estas plantaciones todavía subsisten en la C/ San Juan de Dios, C/ Villegas y Marmolejo, C/ Santa María de Mazzarello, etc.… sirviendo muchas de ellas para plantar en distintas fases de urbanización de la barriada de la Plata en la Ctra. Su Eminencia (en la que en el año 1.994 se han plantado nuevas Washingtonia robusta, completando uno de los paseos más antiguos de la ciudad con esta especie plantada al borde de la carretera que fue camino rural de la Hacienda de Su Eminencia, plantada en 1.910.
            
 En el barrio de los Remedios se promueve la urbanización entre los años 1.945-1.950. Los propietarios de la mayoría de los terrenos, Los Remedios S.A., utilizan los Phoenix dactylífera para plantar sus calles más importantes del nuevo barrio. La Avda. de la República Argentina, donde muchas subsisten. Con anterioridad se habían plantado en el 1.969 las que existen en el Parque de los Príncipes procedentes de las Corcheras Armstrong en la Avda. de Miraflores. En el año 1.983 se plantan las de la Avda. Blas Infante, junto con encinas y alcornoques. Antes, en el año 1.974, junto con las existentes se plantan las de la Avda. Virgen de la Antigua al construirse las viviendas actuales y urbanizar la calle.
             
Plantaciones posteriores se han llevado a cabo en la Ronda de los Tejares (1.970), en la manzana 54 (1.984) y últimamente en la plaza del Zurraque (1.990), donde las palmeras han estado presentes en el distrito Triana-Los Remedios.
            
En el distrito Sur, aparte de las ya detalladas, se plantan en la plaza Rafael Salgado (1.980), en la barriada de la Oliva, en la Ronda del Tamarguillo (1.989), en las Avda. Diego Martínez Barrios y General Herrainz (1.986), en la barriada Pedro Salvador (1.990), en la plaza de las Cadenas (1.990) y otras diseminadas en urbanizaciones llevadas a cabo. Últimamente, en 1.995, en el Parque José Celestino Mutis.
           
En el distrito Macarena se plantan en la nueva Avda. del Alcalde Manuel del Valle (Phoenix dactylífera, 1.990), uniéndose a las ya existentes en el Hospital Central, jardines de San Diego, etc...
             
El distrito Este ve ampliada su presencia en las plantaciones que se realizan de éste género en el Polígono Sevilla-Este (1.986)
             
Nervión, al ser urbanizado el distrito con motivo de las obras llevadas a cabo antes de la Expo 92 ve aumentar el número de palmáceas con plantaciones en Avda. Kansas City (1.988), en la Avda. Andalucía (Phoenix canariensis, 1.980), en el jardín de la Calzada (1.990) junto con otras que existen diseminadas en el distrito.
             
La reforestación llevada a cabo con motivo de la celebración de la Exposición Universal en el año 1.992 (Expo-92) propició la incorporación de nuevos géneros de palmáceas que, aunque conocidas, no habían sido plantadas y aclimatadas en espacios públicos urbanos.
            
 Se incorporan las Roystonea regia (Palma Real), plantándose unos ejemplares en el Jardín Americano y en las proximidades de la Cartuja de Sta. María de las Cuevas y en el parque del Guadalquivir, lo mismo sucede con las Butia capitata o los Paurotis wrightii (Palmitos de Florida). En plantaciones dentro del recinto destacan las Washingtonia robusta plantadas junto al Pabellón de la Navegación, los Syagrus romanzoffiana distribuidos en diversos espacios y las Phoenix dactylífera en las puertas de acceso y Jardín del Guadalquivir, plantándose también algún Phoenix canariensis. Otras no fueron plantadas en el exterior y permanecieron en los viveros: Phoenix roebelinii, Veitchia merrillii, Archontophoenix, Caryota, etc...
             
Otras palmáceas poco difundidas o plantadas al exterior son tradicionales en los clásicos patios sevillanos donde las Howea forsteriana y las Howea belmoreana (Kentias) los han decorado desde siempre, plantadas al suelo o en decorados macetones de cerámica en el eje central del patio.

            
 A éstas se les han unido las Chamaedoreas, las Microcoelum weddleiana (Coco miniatura), los Phoenix roebelinii, las Cycca revoluta, los Raphis flabeliformis, e incluso las Livistona chinensis que vemos plantadas en los distintos patios y casa privadas de la ciudad.
             
Por supuesto, no serán presentadas como una panacea, ni como un ideal, ni preconizaré la sustitución de árboles por palmeras, pero cuando vemos aceras levantadas por raíces, alcantarillados atascados, farolas ocultas bajo la vegetación, árboles desmochados porque no tienen suficiente espacio aéreo para su desarrollo, cimentaciones de viviendas dañadas, la caída de ramas, frutos y hojas en las calles o la alergia que producen algunos de los árboles mal escogidos y plantados en nuestras ciudades, ponderamos el buen uso que se puede conseguir plantando palmeras en los lugares donde otros árboles no pueden vivir.

Por muchos años que viva una palmera, el diámetro de su tronco, así como la longitud de sus hojas, se conocen en el momento de la plantación, por tanto, la anchura del alcorque y la distancia a las fachadas de las viviendas se conoce con mucha aproximación.

Sus raíces fasciculadas son finas y no se desarrollan como las de los árboles, más gruesas, largas y peligrosas que buscan la humedad para abastecerse en los lugares más recónditos.

Sus ramas no son quebradizas ni se pueden caer, puesto que no existen, los frutos se controlan en las periódicas limpiezas que se les realizan.

Que se conozca, no hay palmeras que produzcan alergias y las plagas y enfermedades en esta familia por ahora no son tan abundantes ni engorrosas como las que afectan a los árboles cultivados en la vía pública.

Tienen la ventaja que se trasplantan con facilidad grandes ejemplares con garantía de arraigue, por lo que los efectos que se quieren conseguir con su plantación son inmediatos.

Plantadas a intervalos adecuados, las de copa más amplia, palmera de Canarias, que alcanza un diámetro de ocho metros, se pueden conseguir efectos de sombra o sol y asombra aceptables.

Su resistencia a los vientos salinos y a la salinidad de los suelos y del agua de riego, las hace muy apropiadas para zonas y paseos marítimos o con influencia de climas de litoral.

Su imagen ha adquirido en estos últimos tiempos un gran protagonismo en promociones turísticas en aquellas zonas donde el clima y la vegetación atraen a forasteros. Las agencias de viajes y las compañías aéreas nos las meten por los ojos como vegetación de lugares paradisíacos de clima cálido y sensual al lado de las playas que promocionan.

Su poda y limpieza es más sencilla que la de los árboles, menos compleja técnicamente si se realiza adecuadamente con los útiles necesarios.

Sus inconvenientes son que no se pueden plantar pequeñas ya que invaden el espacio con sus copas bajas, convirtiéndose en un estorbo y un peligro para el ciudadano si no se colocan protectores durante muchos años y que asiduamente en lugares públicos deben eliminarse sus frutos y las hojas secas, para evitar suciedad y accidentes.

Y otro, quizás el más importante, es que por su porte y esbeltez no armonizan con el entorno urbano donde queremos plantarlas. Las palmeras, para su mejor lucimiento con todo su esplendor, deben ser plantadas en lugares en los que su silueta quede recortada por el cielo o el mar o sobre el telón de fondo de una gran fachada blanca a distancia suficiente que nos permita gozar de la contemplación de la esbeltez, la airosidad, gracilidad y cimbreo de una de las plantas más espectaculares que nos ofrece la naturaleza.

            A continuación, se relacionan los géneros y especies que se conocen en Sevilla con sus nombres botánicos y vulgares si los poseen. En el anexo I vienen botánicamente descritas.



Las plantaciones más recientes, 1.996, se han realizado en la configuración del Prado de San Sebastián como espacio urbano ajardinado, construyéndose una gran plaza donde las Washingtonia robusta han sido incorporadas a su trama urbana. Así mismo, en el acondicionamiento de los jardines de interés cultural de la Buhaira se ha realizado un buen exponente de Phoenix dactylífera entre otros árboles plantados.

            La palmera incorporada, como hemos visto a finales del siglo XVIII en nuestra ciudad, está presente en casi todas las obras de urbanización importantes que se llevan a cabo, su difusión ha sido grande y ha dado carácter a muchos espacios urbanos de nuestra ciudad desde las primeras propuestas del Sr. García Leaniz para plantar las primeras palmeras en la Plaza Nueva en el 1.862 hasta nuestros días. Se ha popularizado enormemente. Es cierto que no la podemos considerar árbol de sombra, pero su valor ornamental y característico de climas cálidos la ha convertido en un vegetal emblemático que, diseminado por la ciudad forma parte de su paisaje urbano.

            Las palmeras son elementos vegetales importantes introducidos en el paisaje de nuestra ciudad en condiciones de habitabilidad cada vez más hostiles. Todo lo que suponga el fomento, su conocimiento, conservación y respeto nos ayudará a valorarlas en su justo término dentro del patrimonio verde de la ciudad.

            Su peculiar hábito de crecimiento, desarrollo, su configuración morfológica y su aspecto singular las han convertido en símbolo de climas subtropicales y tropicales, donde desempeñan un gran valor estético y funcional dentro del mundo de las plantas ornamentales.

            Su rusticidad y fácil aclimatación, junto con otras características ornamentales, las han convertido en un elemento utilizado con gran profusión por los paisajistas, desconocedores aún de muchos géneros que pueden ser introducidos de la misma familia con exigencias bioclimáticas de luz, agua, rusticidad y posibilidades de adaptación a diversos factores cotidianos en los que ejercemos nuestra profesión.

            Las podemos utilizar como elementos puntuales, focos de atención en un paisaje o jardín, como elementos equilibradores del diseño o conjunto proyectado, en pantallas o alineaciones en grupos o bosquetes, o como ejemplares aislados donde su notable elegancia destaque al máximo sus cualidades ornamentales.

            La falta de géneros y especies para poder utilizar obedece generalmente a una serie de condiciones técnico-económicas y sociales que están desapareciendo en la actualidad, cultivándose e importándose muchos géneros y especies, hasta ahora desconocidos en nuestro país, procedentes de climatologías afines a las nuestras. 

DATOS HISTORICOS DEL ARCHIVO MUNICIPAL

Noticia de las Palmeras que hay en el termino de esta Ciudad, con expresión de la altura que tienen, las posiciones donde se hallan, y quienes son sus dueños, y calles donde viven
*          Huerta del Mayoral, su dueño D. Tomas Beque,
Calle S. Fernando nº 8, tres Palmeras,
una como de 18 varas, y las dos como de 10 varas
*          Hacienda de la Negrilla, D. Cayetano Rivera, Calle Cantarranas nº 8. una Palmera como de 18 varas
*          Huerta de Arbol gordo, Dª Rosario Viuda de Ortiz, Calle Vaylen nº 22. una Palmera como de 17 varas
*          Lavadero de las Palmas, Sra. Viuda del Marques de Esquivel, Calle de la Soledad, una Palmera de 18 varas
*           Lavadero S. Benito, D. Juan de la Seña, Plaza de Villasis,
una Palmera, como de 14 varas
*            Huerta de S. Gerónimo, D. Diego Benjumea, Calle del Clavel nº 1º,
una Palmera como de 10 varas
 *            Huerta de Capuchinos, D. José López Bona, Plaza del Silencio,
una Palmera como de 11 varas

            Resumen
Palmeras                                        Varas
               1                                           18
               1                                           18
               1                                           17
               1                                           18
               1                                           14
               1                                           11
               1                                           10
               1                                           10
               1                                           10





Excmo. Sor.

La gran importancia que van tomando los jardines y paseos públicos, lo mismo que las alamedas del centro de la población requiere enriquecerlos con flores de mérito y árboles de buen efecto. Con este fin juzgué oportuno tener noticias delas Palmeras, que existían en el término rural, a fin de promover luego su adquisición y trasplantar- las a los sitios más a propósito, como los cuatro ángulos de la plaza de la Infanta Isabel, donde lucirían descollando gallardamente sobre el vistoso arbolado de naranjos.

Pero aun cuando supe por medio del Comandante de la fuerza municipal exterior que había 9 de diferentes tamaños pertenecientes a las personas que resultan de la adjunta nota, y gestioné con solicito empeño, para que las cedieran o vendieran toqué el inconveniente, digno de respeto de la estima, en que tenía cada uno aquellos arboles ya por su antigüedad, ya por su escasez en este país. Frustradas, pues, mis esperanzas por este medio, queda aún otro más expedito que es comprarlas en el Reino de Valencia. Lo mismo han hecho otras poblaciones, ostentando hoy tan corpulento vegetal en puestos de recreo. V.E. puede también adornar los de esta Ciudad, apelando a esta Alcaldía, que deseosa siempre al par de V.E., de engrandecer los lugares de esparcimiento, cuidaran de que se distribuyan convenientemente.

Si este ilustrado Cuerpo se sirve de aprobar conmigo el pensamiento enuncia-do, habrá contribuido con su favorable voto al embellecimiento de los paseos.

Sevilla 25 de febrero de 1.862
Leonardo García de Leaniz


 
Sesión de 25 de febrero de 1.862
S.E. acogió favorablemente en Cabildo de hoy esta demanda; pero aplazó la autorización solicitada, para adquirir palmeras hasta conocer por medio de un presupuesto la importancia del gasto. Así resulta del acta.
Elías 

Sr. Alcalde Constitucional de Elche. Alicante
28 febrero 1.862
            El Excmo. Ayuntamiento que tengo el honor de presidir, se propone establecer algunas palmeras en los jardines y paseos públicos de esta Ciudad, po interesando antes conocer el gasto que. podrá ocasionar esta mejora, me dirijo a V.S. rogándole se sirva manifestarme el precio que generalmente, tienen las enunciadas plantas, designando al mismo tiempo su altura y el costo de su saca y preparación hasta ponerlas en el embarcadero.

            Espero de su atención se digne remitir cuanto antes estas noticias y las observaciones que. pueda adquirir respecto á la trasplantación de este arbolado a fin de que me sean útiles los sacrificios pecuniarios que ofrezca la mejora proyectada.
            Anticipo a V.S. las debidas gracias y la seguridad de mi amistad y distinguido aprecio.
Alcalde Const1 de Sevilla
Con el mayor gusto contesto a la comunicación de V.S. de fecha 28 del pasado febrero, que el coste de cada palmera mediana, y buena para plantío, el de su conducción á Alicante y el de su embalaje, con su espuerta de esparto, es el de ocho reales, siendo el peso de cada una de 40 á 50 kilos., pudiendo V.S. enterarse en esa ciudad de las empresas de vapores del valor de la conducción hasta esa conforme el número que se desee de dichos árboles, que siendo de alguna consideración convendría el que uno de estos hortelanos fuese a esa ciudad para su plantación. Cada palmera irá bien acondicionada y dispuesta de modo, que no necesitará coste alguno hasta su plantación en esa
Dios guarde á V.S. ms años
Elche 8 marzo 1.862 

Sr. Alcalde Const1 de Elche
20 de marzo 1.862
Agradezco á V.S. mucho las noticias que me comunica relativas á las palmeras, pero me permitirá que abusando de su bondad pida otras, desearía saber la altura próximamente de las palmas que se pueden adquirir el coste de la traslación y permanencia en este pueblo del hortelano que haya de plantarlas, el haber de su trabajo, y la época más apropósito de acometer esta empresa con mayor éxito. 

Sr. Alcalde Constitucional de Elche
28 de febrero 1.863
            El Excmo. Ayuntamiento que tengo el honor de presidir, se propone establecer algunas palmeras en los jardines y paseos públicos de esta Ciudad, pero interesando antes conocer el gasto qe. podrá ocasionar esta mejora me dirijo a V.S. rogándole se sirva manifestarme el precio que generalmente tienen las enunciadas plantas designando al mismo tiempo su altura y el coste de su saca y preparación hasta ponerlas en el embarcadero.

            Espero de su atención se digne remitir cuanto antes estas noticias y las observaciones que pueda adquirir respecto a la trasplantación de este arbolado a fin de que no sean estériles los sacrificios pecuniarios que ofrezca la mejora proyectada.
            Anticipo a V.S. las debidas gracias y las seguridades de mi consideración y distinguido aprecio.

Sor Alcalde Constitucional de Elche
14 Sete 1.863
            En 20 de marzo del año ante próximo tuve el honor de decir a V.S. lo siguiente
(aquí se inserta)
            Y como no he recibido contestación alguna lo reproduzco a V.S. rogándole se sirva transmitirme tan importantes noticias y decirme si podrán obtenerse palmeras más corpulentas de las que indicó V.S. en oficio de 8 de marzo de 1.862 y cuál será su costo.
            Reitero á V.S. las seguridades de mi consideración y distinguido aprecio.

Sr. D. Santiago Olave.
Elche 16 Sete 1.863
            Muy Sr. mío: en este momento acabo de recibir la comunicación oficial que V. se ha servido dirigirme pidiéndome varios datos sobre las palmeras que sin duda trata ese Ayuntamiento plantar en ese país, y en su consecuencia debo decirle: que las palmeras pueden adquirirse de la altura que se quieran, pero ninguna que pasase de media vara fuera de la tierra agarraría, además de que el costo sería mucho y el transporte cuasi sería imposible verificarlo. En este caso, creo que la más a propósito para llevar a esas son de una cuarta a media vara de tronco que hayan presentado fruto, las cuales podrían adquirirse sobre sesenta reales cada pie.
            También pudiera conducirse otras de poca menos elevación que no hayan demostrado aun el fruto las cuales podrían adquirirse entre diez y veinte reales, siendo en ambos casos dé cuenta de V.V. conducirlas a Alicante que dista tres leguas de esta villa, para que desde dicho punto se trasladasen por mar a esa ciudad.

            Los gastos que el hortelano pudiera ocasionar para pasar a esa a plantarlas son insignificantes, pues con ocho Reales diarios y el viaje de ida y vuelta no había necesidad de entrar en ajuste hablado con él. El tiempo más a propósito o por mejor dicho el único en que se hacen estas plantaciones, es el mes de octubre, pues si bien en noviembre también se hace, no dan resultado favorable.
            Advierto a V. que en las palmeras hay una gran diferencia de precios entre el macho y la hembra, pues el primero no da fruto y si la segunda, y como creo que V.V. querrán ver la fruta solo le doy los antecedentes de las hembras.
            Mucho celebraría como lujo de esa ciudad, ver en ella, esta clase de árboles que tanto adornan en cualquier parte que se pongan; y por lo tanto contribuiré por mi parte á llevar á efecto dicha mejora, cumpliendo las instrucciones que V.V. se sirvieron darme.
            No extrañe V. el que haya adoptado contestarle particularmente, pues creo que en la formula oficial no se usa de la franqueza con que quiero que V.V. me traten para este y cualquier otro negocio que mi querido país exija.
            Aprovecho esta ocasión para ofrecerle mi destino en esta de Alcalde-Corregidor, así como atto. y S.S.Q.S.M.D.
Francisco de Altolaguirre
Setbre. 21 de 1.863
Dese cuenta a la Comisión de obras públicas. Olave 

            Excmo. Sor
            En sesión de veinte y cinco de febrero del año ante próximo aplazó V.E. la autorización solicitada por el Sor Alcalde para adquirir un suficiente número de palmeras, con destino al adorno de los paseos, hasta conocer por medio de un presupuesto la importancia del gasto.
            El Sor Presidente pidió las noticias necesarias al Concejo de Elche para obtener este conocimiento y recientemente reprodujo su demanda; teniendo en cuenta la proximidad de la época del año, en que puede trasplantarse el mencionado árbol con buen éxito. La oportunidad de hallarse de Alcalde Corregidor de la citada villa, en el Reino de Valencia, nuestro compatriota D. Francisco de P. Altolaguirre, brinda una ocasión muy favorable para realizar tan interesante mejora, según tendrá V.E. posibilidad de conocer por la satisfactoria respuesta de tan apreciable hijo de Sevilla.

           Como en ella se demuestra la adquisición del corpulento vegetal que se desea es fácil y de poco costo y por lo mismo la Comisión de Obras Públicas, que se excusa de ponderar á V.E. las ventajas que se lograrían de obtenerlo y aclimatarlo en nuestros paseos, por haberlo hecho el Sor Alcalde al tiempo de exponerle este pensamiento, es de dictamen, que V.E. pida al celoso Sor Corregidor de Elche cien palmeras de media vara de altura en conveniente proporción de machos y hembras, con encargo de que las acompañe un hortelano diestro, a fin de que las plante dentro del mes próximo en los parajes más oportunos de esta Ciudad y donde causen mejor efecto, debiéndose conceder al Sor Presidente el cuidado de facilitar su conducción desde Alicante a este rio por uno de los vapores que navegan en la línea del Mediterráneo.
            V.E. sin embargo resolverá lo más acertado. Sevilla veinte y cinco de Setiembre de mil ochocientos sesenta y tres.
Macías    Borbolla   Pagés del Corro.

Sesión de 25 de Setiembre de 1.863
Se aprueba el precedente dictamen en todos sus extremos y líbrense los gastos que cause el cumplimiento del presente acuerdo contra la partida presupuesta para aumento y renovación del arbolado público. Lo determino así S.E. en cabildo de hoy.
Elías 

 




 







































            No se incluyen las plantadas en las avenidas y jardines de la Exposición Universal (EXPO´92), ni las existentes en jardines privados o de instituciones (Universidad, Hotel Alfonso XIII, jardín Estudios Hispanoamericanos, jardín de la Caridad, etc.…)

                                    Sevilla Julio 2016

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