LOS ÁRBOLES DE LA CIUDAD
13 Reflexión
Las palmeras, aunque se
consideren como árboles, vemos que no tienen ramas ni tejidos leñosos. Tienen
un solo punto de crecimiento, la yema apical o terminal situada en el penacho,
mientras este punto de referencia permanece intacto, la palmera sigue
desarrollándose y, si por alguna razón se daña o desaparece, la palmera morirá.
El sistema circulatorio es muy
diferente a otros árboles, el agua y los elementos nutritivos no se desplazan
por la zona más exterior, como en los árboles, sino a través de toda la parte
fibrosa de su tronco por sus vasos vasculares, el corte de un tronco no nos
demuestra los anillos de crecimiento característicos de los árboles, las
palmeras no tienen corteza.
Desde la antigüedad han sido
cultivadas, fueron el símbolo del dios de la vegetación, en sus lugares de
origen se sacan bebidas, alimentos y se han utilizado para hacer muebles y
techados de viviendas, de sus fibras se hacen escobas, fibras, etc...
Han sido árboles sagrados,
símbolo de victoria, árboles de vida y árboles benditos, símbolo de fertilidad.
En su aspecto económico, los
cocoteros, las palmeras de dátiles y las de aceite siguen siendo cultivadas por
sus frutos y extracciones.
Con más de 200 géneros y 2.800
especies, forman una de las más interesantes familias de plantas ornamentales
para climas tropicales y subtropicales del mundo.
Pertenecen a la familia de las
Arecaceae y poseen un tronco o troncos llamados estípites, algunos géneros son
multicaules con varios o muchos estípites, unos gruesos, otros finos, unos muy
altos y otros muy bajos.
Las vemos ahora difundidas por
los jardines de nuestras ciudades en el Sur y en todas las costas del litoral.
La palmera está de moda.
Pero siempre no ha sido así.
RESEÑA HISTORIA DE SU DIFUSION EN LA CIUDAD
La
primera descripción histórica en nuestra ciudad la encontramos en la Sevilla
almorávide, en el camino que conducía a varias huertas y jardines desde la
Puerta de la Carne. El Califa Abu-Yacub Yusuf amplió la Buhaira, deseando
convertirla en un lugar de recreo que rivalizara con lo que los califas de
Córdoba habían hecho en Medina Zahara, donde se plantaron olivos, frutales y
"miles de palmeras". Eran los años 1.171-1.181 estos jardines, como
otros tantos, desaparecieron en el curso de la historia. Son éstos, junto con
los de los Reales Alcázares, los jardines más antiguos que tenemos conocimiento
en la ciudad, y en ellos ya se nos habla de las palmeras, más como árbol frutal
que como árbol ornamental, utilizado por los árabes en las plantaciones de sus
huertas y jardines.
La
segunda noticia histórica de la existencia de palmeras en la ciudad nos la
facilita el Diccionario Histórico de las calles de Sevilla (Consejería de Obras
Públicas y Transportes, Ayuntamiento de Sevilla, 1.993). Se menciona que la
actual calle Jesús del Gran Poder, al menos desde 1.506, desde su comienzo
hasta la actual Conde de Barajas, era denominada calle de las Palmas pues, como
afirma Peraza en su Historia de Sevilla, "que de muchas que en ella había
nacidas, este nombre tomó, las quales ví de cortadas al año de mil e quinientos
e treinta y cinco y, hechas trozos, puestas en la calle donde los que ivan
cansados se podían sentar", llamándose así hasta 1.845.
En
1.900, a propuesta de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, recibió
la denominación que hoy conserva por la popular imagen venerada en la cercana
iglesia de San Lorenzo. En 1.931 volvió a rotularse como Palmas y, ya en 1.935,
se recuperó la de Jesús del Gran Poder.
Las
palmeras habían existido en Sevilla, pero no habían adquirido su personalidad
como árbol urbano.
La
tercera, y con la que iniciamos esta reseña es una relación, mandada a realizar
al Comandante de la fuerza municipal exterior por D. Leonardo García de Leaniz
en 1.862. Tan sólo nueve palmeras existían en las huertas alrededor de la
ciudad, expresándose en esta relación su ubicación en las huertas y los nombres
de sus propietarios. Al intentar adquirirlas para la ornamentación de los
paseos de la ciudad, hace referencia a la estima que tenían sus propietarios
respecto a las mismas "por su antigüedad y por su escasez en este país".
Existían en jardines privados o fincas en el centro de la ciudad.
Al
fracasar en su intento el Sr. Leonardo García Leaniz, se dirige al Sr. Alcalde
proponiéndole la adquisición de palmeras al Reino de Valencia, lo mismo que han
hecho otras poblaciones, según especifica, para ser utilizadas "como
flores de mérito y árboles de buen afecto", para plantarlas en los cuatro
ángulos de la Plaza de la Infanta Isabel (Plaza Nueva).
Después
de diversas vicisitudes y cartas el Sr. Alcalde Constitucional de Elche
(Alicante) solicitando los costos de las palmeras, de su saca y preparación
hasta ponerlas en el embarcadero desde Elche, en Alicante, aconseja el regidor
la presencia de un hortelano para su plantación en Sevilla.
Es
de destacar que los medios de transporte eran rudimentarios, por lo que las
palmeras eran de tamaño pequeño y las técnicas de trasplante muy primarias.
Curiosa la diferenciación de precios entre las palmeras macho y las hembras,
así como "el tiempo más a propósito o mejor dicho el único en que se hacen
estas plantaciones, es el mes de octubre, pues si bien en noviembre también se
hace, no dan resultado favorable". Contrario totalmente a la técnica
habitual y científicamente demostrada de realizar los trasplantes a finales de
primavera, principios de verano, como época más adecuada.
La
demanda del Sr. García de Leaniz se aprobó, siguiendo un periodo de
información. Tras recibir unas muestras de palmeras, se desistió de adquirir
las cien palmeras que, en un principio se solicitaron, por su elevado costo.
Posteriormente
se volvió a la idea inicial de encontrarlas en zonas más cercanas y en
ejemplares con posibilidades de ser trasplantados; se solicitaron a Bollullos
Par del Condado, Jerez de la Frontera y, otra vez, a Elche, en el año 1.871,
con la idea de colocarlas en la Plaza de la Libertad en sus cuatro esquinas (en
este año, así se denominaba la Plaza Nueva).
El
19 de enero de 1.871 se ofrece y se acepta una palmera del jardín del convento
de Santa Ana, ofrecida por D. Pedro García de Leaniz, Vicepresidente de la
Diputación Provincial, que se reserva en el lugar donde estaba plantada hasta
poder conseguir las otras tres necesarias para colocarlas en los ángulos de la plaza,
donde estaban colocados los kioscos de anuncios.
Ya
en 1.876, en la sesión celebrada el 5 de mayo, los concejales piden de nuevo,
siguiendo la idea inicial, que se coloquen las cuatro palmeras en las esquinas
de la plaza y, ante la imposibilidad de encontrar otras tres que acompañaran a
la que habían ofrecido, se propone y decide pedirlas a Elche para que las
cuatro tengan el mismo porte y sean iguales. Sin embargo, se siguen buscando
soluciones con palmeras del término municipal. El 4 de enero de 1.879 se sigue
hablando de trasladar unas palmeras de los jardines de las Delicias, ya
acondicionados por el Asistente Sr. José de Arjona, a la ya denominada en estas
fechas Plaza de San Fernando (Plaza Nueva). Hasta el 28 de febrero de 1.880 no
están completadas las cuatro palmeras que deben colocarse en los ángulos de la
plaza, al haber cedido D. Manuel Marañón una que existía en la casa que fue de
la Moneda, en el interior de la ciudad.
El
1 de marzo de 1.880, en sesión celebrada por el Consistorio, se informa que
para que guarden una buena simetría, éstas deben plantarse en el lugar donde
están emplazados los kioscos de anuncios y no en los ángulos exteriores, a
causa de las servidumbres. El Sr. Talavera aconsejó colocar mayor número de
palmeras.
Al
día siguiente se escribe a Elche solicitando de veinte a veinticinco ejemplares
machos de doce palmos de tronco (es de notar aquí que ya se preferían algo
crecidos).
A
raíz de la petición, se embarcan dieciocho palmeras en el vapor Luís Cuadra, y
junto con ellas, viene el hortelano que debía plantarlas. Seis más se quedaron
preparadas para otro envío. Se cita que en el trayecto desde Elche a Sevilla se
estropearon algunas, volviendo a solicitarse para plantar las que se habían
solicitado.
En
aquel entonces en Elche, el procedimiento de conseguirlas era el de recorrer
distintos huertos y encontrar dueños que quisieran venderlas.
Es
en 1.880 cuando se tiene conocimiento de la primera plantación de palmeras en
un espacio urbano, en este caso, en la plaza emblemática de la Libertad
(1.870), conocida también como la de la Infanta Isabel (1.880), y
posteriormente de San Fernando (1.881) y Plaza Nueva (desde 1.854 hasta 1.870,
y desde 1.936 hasta nuestros días).
En
una carta de fecha 3 de mayo de 1.880, se comunica a D. Jaime Brotons que las
palmeras han sido colocadas a satisfacción, habiendo sido las últimas recibidas
las de mayor lucimiento y llegadas en mejores condiciones.
A
partir de estas fechas se inician nuevas expediciones, las peticiones se
suceden, el 24 de marzo de 1.881, diez palmeras; el 29 de noviembre de 1.882,
doce palmeras hembras son solicitadas, algunas para reponer las que se habían
perdido de las primeras plantaciones.
El
7 de febrero de 1.884 se necesitan ocho palmeras más para la Plaza Nueva y
cuatro para la calle Reyes Católicos.
Al
verlas plantadas en la Plaza Nueva, existe un deseo ciudadano de adoptar el
nuevo árbol, hecho que genera que la Sociedad de Carreras de Caballos desee
adquirir una que sobró de las traídas para reposición, para plantarla en la
meta de llegada del Hipódromo de Tablada.
Nuevas
reposiciones son necesarias. El 16 de diciembre de 1.886 se piden cinco
palmeras macho y cinco palmeras hembra para las plazas de San Fernando y la del
Triunfo.
El
27 de marzo de 1.886 para su plantación en uno de los patios, el Cuartel de San
Hermenegildo solicita se le faciliten cuatro palmeras, no atendiéndose dicha
petición por no haberlas en los viveros municipales.
El
24 de noviembre de 1.887 se hace referencia a una petición de una palmera macho
y cuatro palmeras hembra para las plazas de San Francisco, plaza de Argüelles y
calle Reyes Católicos.
Existe
un expediente en el Archivo Municipal del año 1.893 en el que hay una anotación
referente a un paseo de 123 metros de longitud para el que se necesitan treinta
palmeras de seis metros de altura, pero no se identifica el lugar ni he podido
localizarlo.
El
29 de diciembre de 1.893 se hace una nueva moción para adquirir nuevas
palmeras. La palmera se introduce en la fisionomía urbana de la ciudad, esta
vez, seis para el andén frente a las Casas Capitulares, dos en la entrada de la
ampliación de la C/Industria, próxima a San Diego, y dos a la salida; dos a la
entrada del Parque.
El
9 de enero de 1.894 se hace una nueva petición conformada el 12 de enero para
colocar seis delante de los andenes de las Casas Capitulares (pueden ser las
mismas de las que se tienen noticias el 29 de diciembre de 1.883) y otras seis
en los Jardines de San Telmo.
El
28 de marzo de 1.901 D. Guillermo Pickman ofrece cuatro palmeras "grandes
y hermosas" que tiene en los jardines de los Caños de Carmona, en la C/
Industria, número 39 (ahora, Menéndez y Pelayo).
Todas
estas plantaciones hacen referencia a la palmera de dátiles, Phoenix
dactylífera, la más cultivada en Elche por sus frutos y el aprovechamiento de
las palmas, tanto para la confección de escobas como para la preparación de
palmones para su bendición el Domingo de Ramos.
Se
cita el 19 de agosto de 1.904 la recogida de frutos de las palmeras de la Plaza
de San Fernando para evitar los daños que hacen en ellas los niños al lanzarles
piedras, una vez maduros, para obligarles a caer y comérselos.
El
28 de agosto del mismo año, se acuerda plantar palmeras en el camino que va
desde la venta Victoria hasta la salida hacia el Guadaira, teniendo previsto
hacerlo en el mes de septiembre. "Serán distribuidas en espacio y medio de
plantación entre los árboles, por haber un número limitado en los
viveros". El 3 de marzo de 1.905 se da la conformidad para realizar la
plantación.
En
una historia más reciente, también como en el caso de los jardines, las fechas
anteriores a la preparación de la Exposición Hispanoamericana primero y la
Iberoamericana que se celebró en el año 1.929, supuso la urbanización de muchos
sectores de la ciudad, y con ello, el nacimiento de muchos nuevos barrios:
Heliópolis, Nervión, el Porvenir, etc.… donde todavía se mezclaban las
urbanizaciones con las huertas que rodeaban la ciudad.
En
1.898, por concesión del Real Patrimonio y para ensanche del campo de Feria en
el antiguo Prado de San Sebastián, se construye el Paseo de Catalina de Ribera,
lugar de paseo en cuyas bandas paralelas se plantaron hileras de árboles,
posteriormente en las reformas de 1.920, se plantaron las palmeras actuales:
Phoenix dactylífera.
Ya
en 1.911, por cesión del Rey Alfonso XIII a la ciudad, de parte de la Huerta
del Retiro se construyeron los jardines llamados de Murillo "forman las
calles cuadras y macizos rodeados de evónimos y llenos de plantas y flores, de
árboles y palmeras", principalmente Phoenix canariensis que todavía hoy
subsisten.
Con
motivo de las reformas urbanas de la Avda. Queipo de Llano, hoy Avenida de la
Constitución, se construyen los jardines delanteros al Archivo de Indias,
denominados de la Lonja, aprobados por el Excmo. Ayuntamiento en 1.928, donde
se plantan Phoenix canariensis existentes en la actualidad. Existía en fotos de
la época un alto ejemplar de Phoenix dactylífera.
Jardines de la Lonja |
Las murallas de la Macarena, plaza de Argüelles (hoy Cristo de Burgos), plaza de
Pilatos, plaza de la Magdalena, plaza del Duque de la Victoria, plaza de la
Gavidia, plaza del Museo, plaza de San Juan de la Palma, plaza de San Lorenzo, etc.…
son plazas que disponen en su configuración de palmáceas, plantadas todas ellas
a principios de siglo (1.900-1.930) en las distintas reformas urbanas que han
sido objeto, existiendo muchas de ellas plantadas todavía configurando estos
espacios.
Las
de la plaza de la Magdalena fueron cortadas en el año 1.994, desapareciendo en
su totalidad., fueron sustituidas por Magnolia grandiflora.
En
1.962 se plantaron las palmeras existentes en la Avda. Eduardo Dato con motivo
de las obras de mejora y ensanche de la calzada llevadas a cabo. Se plantan
Washingtonia robusta, Trachycarpus fortunei y Phoenix dactylífera. En este
mismo año se ordenan las márgenes del Paseo de Colón, con una banda de
jardinería donde se plantan Phoenix dactylífera y Washingtonia filífera y
Washingtonia robusta. Estas últimas frente a la Torre del Oro.
Las
existentes en Plaza de Cuba procedían de la Huerta de los Negritos, donde hoy
se encuentra la barriada de Felipe II. Fueron trasladadas en 1.967 con la ayuda
de las grúas facilitadas por las fuerzas americanas de la Base de Morón, ya que
por aquel entonces no existían grúas de gran tonelaje en Sevilla para poder
realizar su trasplante. Las palmeras alcanzaban de 14 a 18 metros de altura,
con un peso superior a las 4 ó 5 Tm., incluido su cepellón de tierra.
En
1.970 se trasladarán las que, desde las antiguas corcheras de Armstrong, en la
Avda. Miraflores (Phoenix dactylífera) se plantaron en el Parque de los
Príncipes en el sector dedicado a juegos de niños, fueron cedidas por el
propietario al Excmo. Ayuntamiento al construirse el solar que ocupaban. Las
Washingtonia robusta existentes forman parte de las plantaciones que se
realizaron en el parque que se inauguraba coincidiendo con la Feria de Abril el
año 1.973.
Las
existentes en la C/ Andueza, frente al Parlamento de Andalucía (Hospital de las
Cinco Llagas) proceden del trasplante que se verificó en el año 1.972 desde la
Plaza de la Concordia, donde se iba a iniciar la construcción de un
aparcamiento subterráneo. Fueron trasplantadas Washingtonia robusta,
Washingtonia filífera y Phoenix dactylífera. Las palmeras eran ejemplares
desarrollados de 8 a 10 metros de altura.
En
1.980, como consecuencia del embellecimiento de los márgenes del río, se
plantan en el Paseo Marqués del Contadero las palmáceas Phoenix dactylífera
que, alineadas en la parte baja de los muelles, configuran este espacio.
Con
anterioridad, se habían plantado las de los jardines de Isabel II (ahora Rafael
Montesinos), posiblemente a principios de siglo. Washingtonia robusta y Phoenix
canariensis.
Ya
en 1.982 existían en el Parque de Amate sólo cuatro Phoenix canariensis, de
gran desarrollo, de una huerta donde estuvo instalado un vivero y se plantan
las Washingtonia robusta y los Phoenix dactylífera procedentes de los Viveros
Municipales de la Estación de Filtraje de la Algaba, donde previamente, en
1.964, se habían plantado pequeñas para atender las plantaciones de la ciudad.
De estos viveros se suministraron así mismo para su plantación en la Glorieta
de los Alféreces Provisionales en los Remedios, hoy Glorieta de las Cigarreras,
Washingtonia robusta y Phoenix dactylífera en el año 1.972, así como el grupo
de esta misma especie que se encuentra actualmente en la C/ Entre-cárceles,
junto al monumento de Cervantes.
Monumento a Cervantes |
En 1.983, se realiza la
plantación del Jardín de Miraflores, junto a la barriada de San Diego, donde
entre otros árboles se plantan Washingtonia robusta en sus cabeceras.
En
fotografías aéreas de la Sevilla del 1.920-1.930 o sea de la Sevilla del último
decenio de reinado de Alfonso XIII, se pueden observar la existencia de palmeras
Phoenix dactylífera en los Jardines de San Telmo, la calle San Fernando y el
propio hotel Alfonso XIII en su fachada principal, posiblemente éstas últimas
procedentes de los Jardines del Eslava que existían en el solar donde se
construyó el hotel y así como alguna aislada en la Fábrica de Tabacos (hoy
Universidad) y en los Jardines de Cristina.
Los
jardines del Alcázar, que en 1.850 carecían casi de arbolado, según fotos de la
época, aparecen con gran cantidad de palmeras plantadas dentro de los cuadros
que los configuraban.
El
Parque de María Luisa, con las plantaciones que realizó Jean Claude Forestier,
se introdujo la plantación de palmeras, sobretodo en el eje central diseñado,
jardín de los Leones (Phoenix dactylífera), Avda. D. Pelayo (Phoenix
canariensis) y otras diseminadas en el conjunto arbóreo. No apreciándose
plantaciones en la zona próxima a la Plaza de España, donde se encuentra hoy el
Parque Infantil Blancanieves y Parque Infantil de Tráfico, plantaciones que
serían realizadas en fechas posteriores al 1.930.
Las
que existen a la entrada de la Plaza de España, Avda. Isabel la católica
(Phoenix dactylífera) serían plantadas en la construcción de la plaza, al igual
que las Washingtonia robusta de la Glorieta de Covadonga.
La
plaza de América disponía en aquel entonces de una plantación de palmeras de
notable altura plantadas en su construcción, antes de la Exposición
Iberoamericana.
La
Casa Rosa (antes Quinta de Juan Cruz), construida en 1.881 por Juan Cruz
"el sastre más afamado de la época", sastre de los Duques de
Montpensier, aparece con esbeltas palmeras en sus jardines y, así como Villa María
Luisa y la Clínica Santa Isabel, donde se aprecian ejemplares plantados de
palmáceas en sus jardines.
La
Avenida de la Reina Victoria (Paseo de la Palmera) plantada en esta década
(1.920) presentaba la mayor concentración de Phoenix dactylífera, palmeras
recién plantadas que darían nombre al paseo.
En
los jardines de las Delicias de Arjona, plantadas a mediados del siglo XIX,
aparecen los Phoenix dactylífera y Phoenix canariensis.
Un
gran número de palmeras hoy desaparecidas se apreciaban en la fábrica que la
familia Luca de Tena disponía en la Avda. de la Borbolla, muchas de éstas
fueron trasplantadas a distintos lugares de la ciudad (hoy edificio central de
la C.S.E.).
Otro
núcleo importante de palmáceas se aprecia frente al Hospital de la Santa
Caridad, en los jardines de Miguel de Mañara, existentes todavía en la
actualidad, destacando en altura sobre los edificios colindantes.
De
la época de la Exposición Iberoamericana son muchas de las que flanquean la
entrada a los Pabellones que todavía existen: Pabellón Marroquí, el de Colombia
y Brasil (Phoenix canariensis), el Pabellón de Cuba con un buen exponente de
Washingtonia filífera ejemplares hoy, el Pabellón de Santo Domingo, etc...
Pabellón Marroqui |
En
1.920 fue el Marqués de Nervión propietario de muchos de los terrenos que
configuran el barrio, el que, para las plantaciones a realizar en las obras de
urbanización, crea un vivero de Washingtonia robusta en la Avda. Eduardo Dato,
junto al Sanatorio de San Juan de Dios, en el lugar donde hoy está construido
el bloque Las Palmeritas. A partir de este vivero se realizan plantaciones en
las calles que se iban urbanizando. Algunas palmeras de estas plantaciones
todavía subsisten en la C/ San Juan de Dios, C/ Villegas y Marmolejo, C/ Santa
María de Mazzarello, etc.… sirviendo muchas de ellas para plantar en distintas
fases de urbanización de la barriada de la Plata en la Ctra. Su Eminencia (en
la que en el año 1.994 se han plantado nuevas Washingtonia robusta, completando
uno de los paseos más antiguos de la ciudad con esta especie plantada al borde
de la carretera que fue camino rural de la Hacienda de Su Eminencia, plantada
en 1.910.
En
el barrio de los Remedios se promueve la urbanización entre los años
1.945-1.950. Los propietarios de la mayoría de los terrenos, Los Remedios S.A.,
utilizan los Phoenix dactylífera para plantar sus calles más importantes del
nuevo barrio. La Avda. de la República Argentina, donde muchas subsisten. Con
anterioridad se habían plantado en el 1.969 las que existen en el Parque de los
Príncipes procedentes de las Corcheras Armstrong en la Avda. de Miraflores. En
el año 1.983 se plantan las de la Avda. Blas Infante, junto con encinas y
alcornoques. Antes, en el año 1.974, junto con las existentes se plantan las de
la Avda. Virgen de la Antigua al construirse las viviendas actuales y urbanizar
la calle.
Plantaciones
posteriores se han llevado a cabo en la Ronda de los Tejares (1.970), en la
manzana 54 (1.984) y últimamente en la plaza del Zurraque (1.990), donde las
palmeras han estado presentes en el distrito Triana-Los Remedios.
En el distrito Sur, aparte de las ya detalladas, se plantan en la plaza Rafael
Salgado (1.980), en la barriada de la Oliva, en la Ronda del Tamarguillo
(1.989), en las Avda. Diego Martínez Barrios y General Herrainz (1.986), en la
barriada Pedro Salvador (1.990), en la plaza de las Cadenas (1.990) y otras
diseminadas en urbanizaciones llevadas a cabo. Últimamente, en 1.995, en el
Parque José Celestino Mutis.
En
el distrito Macarena se plantan en la nueva Avda. del Alcalde Manuel del Valle
(Phoenix dactylífera, 1.990), uniéndose a las ya existentes en el Hospital
Central, jardines de San Diego, etc...
El
distrito Este ve ampliada su presencia en las plantaciones que se realizan de
éste género en el Polígono Sevilla-Este (1.986)
Nervión,
al ser urbanizado el distrito con motivo de las obras llevadas a cabo antes de
la Expo 92 ve aumentar el número de palmáceas con plantaciones en Avda. Kansas
City (1.988), en la Avda. Andalucía (Phoenix canariensis, 1.980), en el jardín
de la Calzada (1.990) junto con otras que existen diseminadas en el distrito.
La
reforestación llevada a cabo con motivo de la celebración de la Exposición
Universal en el año 1.992 (Expo-92) propició la incorporación de nuevos géneros
de palmáceas que, aunque conocidas, no habían sido plantadas y aclimatadas en espacios
públicos urbanos.
Se
incorporan las Roystonea regia (Palma Real), plantándose unos ejemplares en el
Jardín Americano y en las proximidades de la Cartuja de Sta. María de las
Cuevas y en el parque del Guadalquivir, lo mismo sucede con las Butia capitata
o los Paurotis wrightii (Palmitos de Florida). En plantaciones dentro del
recinto destacan las Washingtonia robusta plantadas junto al Pabellón de la
Navegación, los Syagrus romanzoffiana distribuidos en diversos espacios y las
Phoenix dactylífera en las puertas de acceso y Jardín del Guadalquivir,
plantándose también algún Phoenix canariensis. Otras no fueron plantadas en el
exterior y permanecieron en los viveros: Phoenix roebelinii, Veitchia
merrillii, Archontophoenix, Caryota, etc...
Otras
palmáceas poco difundidas o plantadas al exterior son tradicionales en los
clásicos patios sevillanos donde las Howea forsteriana y las Howea belmoreana
(Kentias) los han decorado desde siempre, plantadas al suelo o en decorados
macetones de cerámica en el eje central del patio.
A
éstas se les han unido las Chamaedoreas, las Microcoelum weddleiana (Coco
miniatura), los Phoenix roebelinii, las Cycca revoluta, los Raphis flabeliformis,
e incluso las Livistona chinensis que vemos plantadas en los distintos patios y
casa privadas de la ciudad.
Por
supuesto, no serán presentadas como una panacea, ni como un ideal, ni
preconizaré la sustitución de árboles por palmeras, pero cuando vemos aceras
levantadas por raíces, alcantarillados atascados, farolas ocultas bajo la vegetación,
árboles desmochados porque no tienen suficiente espacio aéreo para su
desarrollo, cimentaciones de viviendas dañadas, la caída de ramas, frutos y
hojas en las calles o la alergia que producen algunos de los árboles mal
escogidos y plantados en nuestras ciudades, ponderamos el buen uso que se puede
conseguir plantando palmeras en los lugares donde otros árboles no pueden
vivir.
Por muchos años que viva una
palmera, el diámetro de su tronco, así como la longitud de sus hojas, se
conocen en el momento de la plantación, por tanto, la anchura del alcorque y la
distancia a las fachadas de las viviendas se conoce con mucha aproximación.
Sus raíces fasciculadas son
finas y no se desarrollan como las de los árboles, más gruesas, largas y
peligrosas que buscan la humedad para abastecerse en los lugares más
recónditos.
Sus ramas no son quebradizas ni
se pueden caer, puesto que no existen, los frutos se controlan en las
periódicas limpiezas que se les realizan.
Que se conozca, no hay palmeras
que produzcan alergias y las plagas y enfermedades en esta familia por ahora no
son tan abundantes ni engorrosas como las que afectan a los árboles cultivados
en la vía pública.
Tienen la ventaja que se
trasplantan con facilidad grandes ejemplares con garantía de arraigue, por lo
que los efectos que se quieren conseguir con su plantación son inmediatos.
Plantadas a intervalos
adecuados, las de copa más amplia, palmera de Canarias, que alcanza un diámetro
de ocho metros, se pueden conseguir efectos de sombra o sol y asombra
aceptables.
Su resistencia a los vientos
salinos y a la salinidad de los suelos y del agua de riego, las hace muy
apropiadas para zonas y paseos marítimos o con influencia de climas de litoral.
Su imagen ha adquirido en estos
últimos tiempos un gran protagonismo en promociones turísticas en aquellas
zonas donde el clima y la vegetación atraen a forasteros. Las agencias de
viajes y las compañías aéreas nos las meten por los ojos como vegetación de
lugares paradisíacos de clima cálido y sensual al lado de las playas que
promocionan.
Su poda y limpieza es más
sencilla que la de los árboles, menos compleja técnicamente si se realiza
adecuadamente con los útiles necesarios.
Sus inconvenientes son que no se
pueden plantar pequeñas ya que invaden el espacio con sus copas bajas,
convirtiéndose en un estorbo y un peligro para el ciudadano si no se colocan protectores
durante muchos años y que asiduamente en lugares públicos deben eliminarse sus
frutos y las hojas secas, para evitar suciedad y accidentes.
Y otro, quizás el más
importante, es que por su porte y esbeltez no armonizan con el entorno urbano
donde queremos plantarlas. Las palmeras, para su mejor lucimiento con todo su
esplendor, deben ser plantadas en lugares en los que su silueta quede recortada
por el cielo o el mar o sobre el telón de fondo de una gran fachada blanca a
distancia suficiente que nos permita gozar de la contemplación de la esbeltez,
la airosidad, gracilidad y cimbreo de una de las plantas más espectaculares que
nos ofrece la naturaleza.
A
continuación, se relacionan los géneros y especies que se conocen en Sevilla
con sus nombres botánicos y vulgares si los poseen. En el anexo I vienen
botánicamente descritas.
Las plantaciones más recientes,
1.996, se han realizado en la configuración del Prado de San Sebastián como
espacio urbano ajardinado, construyéndose una gran plaza donde las Washingtonia
robusta han sido incorporadas a su trama urbana. Así mismo, en el
acondicionamiento de los jardines de interés cultural de la Buhaira se ha
realizado un buen exponente de Phoenix dactylífera entre otros árboles
plantados.
La
palmera incorporada, como hemos visto a finales del siglo XVIII en nuestra
ciudad, está presente en casi todas las obras de urbanización importantes que
se llevan a cabo, su difusión ha sido grande y ha dado carácter a muchos
espacios urbanos de nuestra ciudad desde las primeras propuestas del Sr. García
Leaniz para plantar las primeras palmeras en la Plaza Nueva en el 1.862 hasta
nuestros días. Se ha popularizado enormemente. Es cierto que no la podemos
considerar árbol de sombra, pero su valor ornamental y característico de climas
cálidos la ha convertido en un vegetal emblemático que, diseminado por la
ciudad forma parte de su paisaje urbano.
Las
palmeras son elementos vegetales importantes introducidos en el paisaje de
nuestra ciudad en condiciones de habitabilidad cada vez más hostiles. Todo lo
que suponga el fomento, su conocimiento, conservación y respeto nos ayudará a
valorarlas en su justo término dentro del patrimonio verde de la ciudad.
Su
peculiar hábito de crecimiento, desarrollo, su configuración morfológica y su
aspecto singular las han convertido en símbolo de climas subtropicales y
tropicales, donde desempeñan un gran valor estético y funcional dentro del mundo
de las plantas ornamentales.
Su
rusticidad y fácil aclimatación, junto con otras características ornamentales,
las han convertido en un elemento utilizado con gran profusión por los
paisajistas, desconocedores aún de muchos géneros que pueden ser introducidos
de la misma familia con exigencias bioclimáticas de luz, agua, rusticidad y
posibilidades de adaptación a diversos factores cotidianos en los que ejercemos
nuestra profesión.
Las
podemos utilizar como elementos puntuales, focos de atención en un paisaje o
jardín, como elementos equilibradores del diseño o conjunto proyectado, en
pantallas o alineaciones en grupos o bosquetes, o como ejemplares aislados
donde su notable elegancia destaque al máximo sus cualidades ornamentales.
La
falta de géneros y especies para poder utilizar obedece generalmente a una
serie de condiciones técnico-económicas y sociales que están desapareciendo en
la actualidad, cultivándose e importándose muchos géneros y especies, hasta
ahora desconocidos en nuestro país, procedentes de climatologías afines a las
nuestras.
DATOS HISTORICOS DEL ARCHIVO MUNICIPAL
Noticia de las Palmeras que hay
en el termino de esta Ciudad, con expresión de la altura que tienen, las
posiciones donde se hallan, y quienes son sus dueños, y calles donde viven
* Huerta del Mayoral, su dueño D. Tomas Beque,
Calle S. Fernando nº 8, tres
Palmeras,
una como de 18 varas, y las dos
como de 10 varas
* Hacienda de la Negrilla, D. Cayetano Rivera, Calle Cantarranas
nº 8. una Palmera como de 18 varas
* Huerta de Arbol gordo, Dª Rosario Viuda de Ortiz, Calle
Vaylen nº 22. una Palmera como de 17 varas
* Lavadero de las Palmas, Sra. Viuda del Marques de Esquivel,
Calle de la Soledad, una Palmera de 18 varas
* Lavadero S. Benito, D. Juan de la
Seña, Plaza de Villasis,
una Palmera, como de 14 varas
* Huerta de S. Gerónimo, D. Diego
Benjumea, Calle del Clavel nº 1º,
una Palmera como de 10 varas
*
Huerta de Capuchinos, D. José López Bona, Plaza del Silencio,
una Palmera como de 11 varas
Resumen
Palmeras Varas
1 18
1 18
1 17
1 18
1 14
1 11
1 10
1 10
1 10
Excmo. Sor.
La gran importancia que van tomando
los jardines y paseos públicos, lo mismo que las alamedas del centro de la población
requiere enriquecerlos con flores de mérito y árboles de buen efecto. Con este
fin juzgué oportuno tener noticias delas Palmeras, que existían en el término
rural, a fin de promover luego su adquisición y trasplantar- las a los sitios
más a propósito, como los cuatro ángulos de la plaza de la Infanta Isabel,
donde lucirían descollando gallardamente sobre el vistoso arbolado de naranjos.
Pero aun cuando supe por medio
del Comandante de la fuerza municipal exterior que había 9 de diferentes
tamaños pertenecientes a las personas que resultan de la adjunta nota, y
gestioné con solicito empeño, para que las cedieran o vendieran toqué el
inconveniente, digno de respeto de la estima, en que tenía cada uno aquellos
arboles ya por su antigüedad, ya por su escasez en este país. Frustradas, pues,
mis esperanzas por este medio, queda aún otro más expedito que es comprarlas en
el Reino de Valencia. Lo mismo han hecho otras poblaciones, ostentando hoy tan
corpulento vegetal en puestos de recreo. V.E. puede también adornar los de esta
Ciudad, apelando a esta Alcaldía, que deseosa siempre al par de V.E., de
engrandecer los lugares de esparcimiento, cuidaran de que se distribuyan
convenientemente.
Si este ilustrado Cuerpo se
sirve de aprobar conmigo el pensamiento enuncia-do, habrá contribuido con su
favorable voto al embellecimiento de los paseos.
Sevilla 25 de febrero de 1.862
Leonardo García de Leaniz
Sesión de 25 de febrero de 1.862
S.E. acogió favorablemente en
Cabildo de hoy esta demanda; pero aplazó la autorización solicitada, para
adquirir palmeras hasta conocer por medio de un presupuesto la importancia del
gasto. Así resulta del acta.
Elías
Sr. Alcalde Constitucional de
Elche. Alicante
28 febrero 1.862
El
Excmo. Ayuntamiento que tengo el honor de presidir, se propone establecer
algunas palmeras en los jardines y paseos públicos de esta Ciudad, po
interesando antes conocer el gasto que. podrá ocasionar esta mejora, me dirijo
a V.S. rogándole se sirva manifestarme el precio que generalmente, tienen las
enunciadas plantas, designando al mismo tiempo su altura y el costo de su saca
y preparación hasta ponerlas en el embarcadero.
Espero de su atención se digne
remitir cuanto antes estas noticias y las observaciones que. pueda adquirir
respecto á la trasplantación de este arbolado a fin de que me sean útiles los
sacrificios pecuniarios que ofrezca la mejora proyectada.
Anticipo
a V.S. las debidas gracias y la seguridad de mi amistad y distinguido aprecio.
Alcalde Const1 de Sevilla
Con el mayor gusto contesto a la
comunicación de V.S. de fecha 28 del pasado febrero, que el coste de cada
palmera mediana, y buena para plantío, el de su conducción á Alicante y el de
su embalaje, con su espuerta de esparto, es el de ocho reales, siendo el peso
de cada una de 40 á 50 kilos., pudiendo V.S. enterarse en esa ciudad de las
empresas de vapores del valor de la conducción hasta esa conforme el número que
se desee de dichos árboles, que siendo de alguna consideración convendría el
que uno de estos hortelanos fuese a esa ciudad para su plantación. Cada palmera
irá bien acondicionada y dispuesta de modo, que no necesitará coste alguno
hasta su plantación en esa
Dios guarde á V.S. ms años
Elche 8 marzo 1.862
Sr. Alcalde Const1 de Elche
20 de marzo 1.862
Agradezco á V.S. mucho las
noticias que me comunica relativas á las palmeras, pero me permitirá que
abusando de su bondad pida otras, desearía saber la altura próximamente de las
palmas que se pueden adquirir el coste de la traslación y permanencia en este
pueblo del hortelano que haya de plantarlas, el haber de su trabajo, y la época
más apropósito de acometer esta empresa con mayor éxito.
Sr. Alcalde Constitucional de
Elche
28 de febrero 1.863
El
Excmo. Ayuntamiento que tengo el honor de presidir, se propone establecer
algunas palmeras en los jardines y paseos públicos de esta Ciudad, pero
interesando antes conocer el gasto qe. podrá ocasionar esta mejora me dirijo a
V.S. rogándole se sirva manifestarme el precio que generalmente tienen las
enunciadas plantas designando al mismo tiempo su altura y el coste de su saca y
preparación hasta ponerlas en el embarcadero.
Espero
de su atención se digne remitir cuanto antes estas noticias y las observaciones
que pueda adquirir respecto a la trasplantación de este arbolado a fin de que
no sean estériles los sacrificios pecuniarios que ofrezca la mejora proyectada.
Anticipo
a V.S. las debidas gracias y las seguridades de mi consideración y distinguido
aprecio.
Sor Alcalde Constitucional de
Elche
14 Sete 1.863
En
20 de marzo del año ante próximo tuve el honor de decir a V.S. lo siguiente
(aquí se inserta)
Y
como no he recibido contestación alguna lo reproduzco a V.S. rogándole se sirva
transmitirme tan importantes noticias y decirme si podrán obtenerse palmeras
más corpulentas de las que indicó V.S. en oficio de 8 de marzo de 1.862 y cuál
será su costo.
Reitero
á V.S. las seguridades de mi consideración y distinguido aprecio.
Sr. D. Santiago Olave.
Elche 16 Sete 1.863
Muy
Sr. mío: en este momento acabo de recibir la comunicación oficial que V. se ha
servido dirigirme pidiéndome varios datos sobre las palmeras que sin duda trata
ese Ayuntamiento plantar en ese país, y en su consecuencia debo decirle: que
las palmeras pueden adquirirse de la altura que se quieran, pero ninguna que
pasase de media vara fuera de la tierra agarraría, además de que el costo sería
mucho y el transporte cuasi sería imposible verificarlo. En este caso, creo que
la más a propósito para llevar a esas son de una cuarta a media vara de tronco
que hayan presentado fruto, las cuales podrían adquirirse sobre sesenta reales
cada pie.
También
pudiera conducirse otras de poca menos elevación que no hayan demostrado aun el
fruto las cuales podrían adquirirse entre diez y veinte reales, siendo en ambos
casos dé cuenta de V.V. conducirlas a Alicante que dista tres leguas de esta
villa, para que desde dicho punto se trasladasen por mar a esa ciudad.
Los
gastos que el hortelano pudiera ocasionar para pasar a esa a plantarlas son
insignificantes, pues con ocho Reales diarios y el viaje de ida y vuelta no había
necesidad de entrar en ajuste hablado con él. El tiempo más a propósito o por
mejor dicho el único en que se hacen estas plantaciones, es el mes de octubre,
pues si bien en noviembre también se hace, no dan resultado favorable.
Advierto
a V. que en las palmeras hay una gran diferencia de precios entre el macho y la
hembra, pues el primero no da fruto y si la segunda, y como creo que V.V.
querrán ver la fruta solo le doy los antecedentes de las hembras.
Mucho
celebraría como lujo de esa ciudad, ver en ella, esta clase de árboles que
tanto adornan en cualquier parte que se pongan; y por lo tanto contribuiré por
mi parte á llevar á efecto dicha mejora, cumpliendo las instrucciones que V.V.
se sirvieron darme.
No
extrañe V. el que haya adoptado contestarle particularmente, pues creo que en
la formula oficial no se usa de la franqueza con que quiero que V.V. me traten
para este y cualquier otro negocio que mi querido país exija.
Aprovecho
esta ocasión para ofrecerle mi destino en esta de Alcalde-Corregidor, así como atto.
y S.S.Q.S.M.D.
Francisco de Altolaguirre
Setbre. 21 de 1.863
Dese cuenta a la Comisión de
obras públicas. Olave
Excmo.
Sor
En
sesión de veinte y cinco de febrero del año ante próximo aplazó V.E. la
autorización solicitada por el Sor Alcalde para adquirir un suficiente número
de palmeras, con destino al adorno de los paseos, hasta conocer por medio de un
presupuesto la importancia del gasto.
El
Sor Presidente pidió las noticias necesarias al Concejo de Elche para obtener
este conocimiento y recientemente reprodujo su demanda; teniendo en cuenta la
proximidad de la época del año, en que puede trasplantarse el mencionado árbol
con buen éxito. La oportunidad de hallarse de Alcalde Corregidor de la citada
villa, en el Reino de Valencia, nuestro compatriota D. Francisco de P.
Altolaguirre, brinda una ocasión muy favorable para realizar tan interesante
mejora, según tendrá V.E. posibilidad de conocer por la satisfactoria respuesta
de tan apreciable hijo de Sevilla.
Como en ella se demuestra la
adquisición del corpulento vegetal que se desea es fácil y de poco costo y por
lo mismo la Comisión de Obras Públicas, que se excusa de ponderar á V.E. las
ventajas que se lograrían de obtenerlo y aclimatarlo en nuestros paseos, por
haberlo hecho el Sor Alcalde al tiempo de exponerle este pensamiento, es de
dictamen, que V.E. pida al celoso Sor Corregidor de Elche cien palmeras de
media vara de altura en conveniente proporción de machos y hembras, con encargo
de que las acompañe un hortelano diestro, a fin de que las plante dentro del mes
próximo en los parajes más oportunos de esta Ciudad y donde causen mejor
efecto, debiéndose conceder al Sor Presidente el cuidado de facilitar su
conducción desde Alicante a este rio por uno de los vapores que navegan en la línea
del Mediterráneo.
V.E.
sin embargo resolverá lo más acertado. Sevilla veinte y cinco de Setiembre de mil
ochocientos sesenta y tres.
Macías Borbolla
Pagés del Corro.
Sesión de 25 de Setiembre de
1.863
Se aprueba el precedente
dictamen en todos sus extremos y líbrense los gastos que cause el cumplimiento
del presente acuerdo contra la partida presupuesta para aumento y renovación
del arbolado público. Lo determino así S.E. en cabildo de hoy.
Elías
No
se incluyen las plantadas en las avenidas y jardines de la Exposición Universal
(EXPO´92), ni las existentes en jardines privados o de instituciones
(Universidad, Hotel Alfonso XIII, jardín
Estudios Hispanoamericanos, jardín de la Caridad, etc.…)
Sevilla
Julio 2016
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